tag:blogger.com,1999:blog-74993903667196534732024-03-09T18:46:12.520-08:00 LENGUA, LITERATURA, COMUNICACIÓNArtículos sobre lengua española, literatura, música y comunicación en general, dirigidos a un público no especializado.jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.comBlogger131125tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-10548227210302789032024-03-07T03:08:00.000-08:002024-03-07T04:38:19.362-08:00TESORO DE PALABRAS PREDILECTAS (III): FASCINANTE<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgDvGCGzQUf9nZpVNm4biKE-ekL10ILgRiGcNQZuJDW0CeLgb-47fMKMpmqwxQPhhNu6_5YyODPXSN7RJU-oCIXTn7SJnIG8pHEemj695jXS3tWgVf2X3e7ovIo8WTnnWzm8_drw6AskI9sKJvqQOdZLzQQXblDeqwGVNMW7NiYQuBgj3fOzFvSqY3gL4g" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1080" data-original-width="1620" height="328" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgDvGCGzQUf9nZpVNm4biKE-ekL10ILgRiGcNQZuJDW0CeLgb-47fMKMpmqwxQPhhNu6_5YyODPXSN7RJU-oCIXTn7SJnIG8pHEemj695jXS3tWgVf2X3e7ovIo8WTnnWzm8_drw6AskI9sKJvqQOdZLzQQXblDeqwGVNMW7NiYQuBgj3fOzFvSqY3gL4g=w492-h328" width="492" /></a></div><br /><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Debería
yo de tener 13 o 14 años cuando el adjetivo «fascinante» emergió de mi
inconsciente, al cual no supe nunca de dónde había llegado tan norabuena; tal
vez un poema, una novela juvenil, alguna charla en el colegio, algún libro religioso…
No sé. El caso es que tomé conciencia de la palabra, junto con el verbo
originario «fascinante», y quedé deslumbrado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Recuerdo
que unía yo estas palabras a la impresión que causa la belleza ―de cualquier
tipo, incluso intelectual o espiritual―, como principal foco y agente de «fascinación».
Vivía el acto como una poderosísima atracción, ejercida por la visión de algo o
alguien dotado, para mí, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de una sorprendente
y maravillosa hermosura, ante la cual quedaba maravillado, atónito, aturdido,
secuestrado. Apenas conservo en la memoria imágenes o recuerdos «fascinantes»
de aquellos días. Entre los que guardo, sobresalen alguna música cautivadora,
como el segundo movimiento del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Concierto
de Aranjuez</i> (</span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=sZyZBS4INuc" style="text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">RODRIGO -- CONCIERTO DE ARANJUEZ -- II Adagio (youtube.com</span>)</a>, <span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">ciertas secciones de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peer
Gynt</i> (</span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=7kpqALC8IbI" style="text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">Edvard Grieg: Peer Gynt Suite No.1 & No.2 - Bjarte Engeset (op. 46, op. 55, op. 23) (youtube.com</span></a>)<i style="font-size: 16px; mso-bidi-font-style: normal;"> </i><span style="font-size: 16px; mso-bidi-font-style: normal;">o la canción</span><i style="font-size: 16px; mso-bidi-font-style: normal;"> Inch'Allahj </i><span style="font-size: 16px; mso-bidi-font-style: normal;">de Adamo (</span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=4y0VYFZoe_0" style="text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">Salvatore Adamo - God willing (Si Dios quiere / Inch' Allah / Si Dieu le veut) (youtube.com)</span></a> <span style="font-size: 12pt;">y algún paisaje nocturno, perdido ya en la neblina de la lejana memoria. La luna llena me henchía el pecho de emoción y su contemplación me apretaba un
nudo en la garganta. ¡Cuántas noches quedé embelesado, fascinado, con los ojos
hacia el cielo en la terraza de mi casa!</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Hoy
día sigo encontrando seres y objetos dotados del mismo poder seductor que
aquellos y que otros de diferentes épocas, pero ya no son tantos ni su fuerza
es tan poderosa. No parecen tan </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">fascinantes».
Estoy seguro de que la adolescencia es la edad más propicia para ser bendecido
por alteración tan placentera como la que estoy describiendo. Llega un punto en
que al niño se le abre un mundo completamente nuevo, deslumbrante, en el que
descubre lo que ni siquiera imaginaba que podría existir ni ser como lo empieza
a ver y sentir. Son ráfagas, momentos de plenitud, en los que parece que un
dios penetra en su corazón y lo inunda de emoción hasta que se desborda. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ocurre,
además, que la palabra en sí, «fascinante» ―predominante en mi estimativa sobre
el verbo―, la sucesión de sonidos, tiene para mí un gran atractivo. Resulta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bastante original su sonoridad, por la unión contrastada
de la «s» y la «c», que en castellano ostentan un cercano parentesco acústico,
a la vez que una notoria oposición («tasa» - «taza»), y por la presencia de la
nasal en la sílaba tónica, que origina una gran resonancia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">No
he llegado a saber hasta muy tarde que «fascinar» posee una acepción negativa
―¡quién lo diría!―, que el diccionario de la RAE define, de manera quizás poco
nítida, como «engañar, ofuscar, alucinar». Supongo que es herencia del valor
etimológico, en tanto que procedente del verbo latino <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fascinare</i>, cuyo significado era «hechizar, embrujar, encantar, echar
mal de ojo». Nótese el doble sentido, negativo y positivo, del verbo «encantar»
(y tal vez de otros sinónimos, como «hechizar» o </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">cautivar»),
paralelo al de «fascinar». Hay sinónimos o casi sinónimos de las palabras que
estoy comentado, verdaderamente «fascinantes» también, a la par que ambiguos:
«cegar, </span><span color="windowtext" face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">enloquecer, maravillar, arrebatar, embelesar, arrobar, seducir», entre
otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span color="windowtext" face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Algo más me sucedía con «fascinar» y «fascinante» en aquellos tiernos años,
algo un poco raro. Más que las palabras, o antes que ellas, fui poseído sin notarlo
―junto a otros muchos de mi edad, supongo― por la capacidad de sentir </span><span color="windowtext" face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«</span><span color="windowtext" face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">fascinación», por emocionarme hasta límites insospechados con la contemplación
de personas, de objetos, de sonidos, de lugares, de panorámicas nocturnas... Y
llegó un momento en que fui consciente de esa facultad que tanto placer me procuraba.
Entonces creo que fue cuando vinieron el verbo y el adjetivo a nominarla, y
ellos quedaron así contaminados<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del
encanto de lo que designaron en mi idioma personal ya para siempre. Todavía
más: yo era feliz con lo maravilloso de todo aquello que, al percibirlo, me
«fascinaba»; también por la palabra. Pero no menos, y esto es lo extraño, por
el mismo poder de «ser fascinado», si es que esta fórmula está permitida por la
gramática. Mucho tiempo después se me ha ocurrido la barbaridad de poner este
hecho en paralelo con la inconcebible condición innata de </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; text-align: left;">Jean-Baptiste Grenouille, el</span><span color="windowtext" face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> protagonista de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El perfume</i>, de Patrick
Suskind, sin que, por supuesto, tengan absolutamente nada que ver. Sé que la
conmoción interior que causa la contemplación de la belleza, en cualquiera de
sus variantes, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es un componente
universal del espíritu humano. La sorpresa que me produjo al iniciarse en mí ¡y
el indescriptible goce subsiguiente! fueron sin duda fruto de la corta edad y poca
experiencia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span color="windowtext" face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Hoy me alegro de haber sido así tan feliz.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-78666731555327036662024-03-05T05:42:00.000-08:002024-03-05T10:23:41.709-08:00TESORO DE PALABRAS PREDILECTAS (II): ARMONÍA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjREx8-8QWVXAtTiORCSMgrBtwHeJfEDkB_yQh0ArqxaO-1EPjS4ni-7Onlz6ahY9LuFaJwnBfncrW2KtWcgylgxurrcwc4ZgLfAO52M8bpqwSgIdfm80a5qx8J-XDHeqd4GifwaMaKVvHr8u6Gc9IT1tyIcwWOqwxlM8oRWPG1e94L5OHjpBM2oqLgh3U" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="360" data-original-width="480" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjREx8-8QWVXAtTiORCSMgrBtwHeJfEDkB_yQh0ArqxaO-1EPjS4ni-7Onlz6ahY9LuFaJwnBfncrW2KtWcgylgxurrcwc4ZgLfAO52M8bpqwSgIdfm80a5qx8J-XDHeqd4GifwaMaKVvHr8u6Gc9IT1tyIcwWOqwxlM8oRWPG1e94L5OHjpBM2oqLgh3U" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 133.25pt;"><i><span style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">Era un aire suave, de
pausados giros;<br />
el hada Harmonía ritmaba sus vuelos;<br />
e iban frases vagas y tenues suspiros<br />
entre los sollozos de los violoncelos.<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 133.25pt;"><i><span style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;"> Rubén Darío</span><span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Para el poeta,
Armonía (o Harmonía) es un hada, es decir, un espíritu protector dotado de
aspecto humanoide, con alas en este caso. Los griegos la consideraban una
diosa, precisamente la del acuerdo, el entendimiento, la paz, principalmente en
el ámbito matrimonial. Los romanos la bautizaron como Concordia Augusta, hija
de Ares y Afrodita, y esposa de Cadmo. Véase la etimología de este nombre,
procedente de corde, ‘corazón’, y cum, ‘con’ (“unión”). Para mí, armonía es una
palabra, solo una palabra, eso sí, muy querida desde siempre, una de mis
preferidas. Soy, por eso, uno de los muchos, supongo, que estiman el acuerdo y
rechazan la discordia, nombre que, curiosamente, daban los romanos a la diosa
opuesta a la Concordia. </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Me agrada este
término no tanto por su cuerpo sonoro, cuanto por lo que significa, desde un
punto de vista general, así como en el campo particular del arte, la técnica,
las relaciones sociales. De las definiciones que ofrece el diccionario de la
RAE, la que me parece más amplia y abarcadora es esta: «Proporción y
correspondencia de unas cosas con otras en el conjunto que componen». Se puede
aplicar a la relación personal («Amistad y buena correspondencia entre
personas»), a la música («Arte de formar y enlazar acordes», esto es, conjuntos
de sonidos que se producen simultáneamente), a las artes plásticas (buena
correspondencia entre formas, colores, tamaños, etc., en las obras pictóricas,
escultóricas o arquitectónicas), a la poesía, al vestido, la decoración, etc. </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">De donde se
desprende que me gusta que las personas nos entendamos, que haya acuerdo entre nosotros,
que prime la buena relación y el afecto; y desdeño el enfrentamiento, la pugna,
la enemistad, la agresividad y violencia, el roce. Yo hago siempre todo lo
posible por llegar a la coincidencia, aun partiendo del desacuerdo. Las
diferencias que enfrentan las considero
oportunas y beneficiosas solo si se hallan encuadradas dentro de un régimen de
compatibilidad, que permita y conduzca a la avenencia y el trato afectuoso,
colaborativo. ¿Hay algo más hermoso que la existencia de dos o más seres que se
entienden, que se llevan bien, que se aceptan en su singularidad, se respetan,
valoran y estiman? Sirva como contraejemplo el proceder de la clase política en
sus actuaciones dentro y fuera del parlamento, fenómeno del que he tratado en
otro artículo (<a href="https://ramosjoseantonio.blogspot.com/2023/08/odio-repulsa.html">AHÍ TE
QUIERO YO VER: ODIO, REPULSA (ramosjoseantonio.blogspot.com)</a>). Me molesta
presenciar una pelea, una discusión sin intención de llegar a arreglo alguno,
por insignificante que sea. Prefiero ceder a distanciarme y romper, no tener
cuentas pendientes, saludar con cordialidad a hacerme el longuis cuando me
cruzo con alguien, entender a los demás a repudiarlos, etc. Siempre hay algún
punto en el que individuos distintos pueden coincidir.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Lo ideal,
pienso, es que las personas encajemos como lo hacen las piezas de un
rompecabezas cuando se buscan, se encuentran y se funden dentro de un único
todo. O que haya una sintonía o compatibilidad semejante a las notas que forman
gran parte de los acordes en la música. Precisamente, la disciplina que estudia
los acordes se denomina Armonía. Su estudio y conocimiento siempre me ha
atraído poderosamente desde que tuve noticia de ella, siendo aún adolescente.
Aunque parezca una contradicción, existen acordes disonantes, que son conjuntos
de notas simultáneas entre las cuales hay una o varias que chocan con alguna o
algunas de las demás. En muchos casos, estos acordes provocan una tensión
acústica que pide ser resuelta en el siguiente, ya sin disonancia. Es una
especie de desacuerdo momentáneo, premonitorio, tendente a la búsqueda de la
concordancia. Como en la vida cuando se enfrentan pareceres, como en el
rompecabezas cuando se intenta acoplar piezas incompatibles en busca de colocar
la apropiada, etc. </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Los grandes
artistas, sea cual sea su especialidad, saben de los efectos armónicos e
inarmónicos. Por ejemplo, el contraste, consistente en el emparejamiento o
proximidad entre elementos que coinciden en algo y se distinguen también en
algo. Confieso que gusto más de la coincidencia, el paralelismo, la
correspondencia, incluso la igualdad que del contraste. Como hecho curioso, y
en tanto que profesor, siempre he defendido que los alumnos vayan vestidos de
uniforme, el cual se me representa como una estructura superior, una especie de
sello familiar, que une, que cobija, ampara, protege… a quienes lucen su imagen
y a ella se acogen. Me llama mucho la atención también encontrarme con hermanos
gemelos, que son casi idénticos, como dos gotas de agua, según suele decirse. Igual
que una urbanización o barriada con todas las casas iguales o muy parecidas,
una banda de música uniformada, un poema con rima, el mobiliario de un
restaurante que se atiene a un estilo o, más humilde, el de un aula, las hileras
de arbolitos o de farolas en las avenidas, etc., etc. Me agradan todas estas
realidades y no me importa que esténn a veces al borde de la monotonía.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">En fin, me atrae
todo elemento que concuerda, se adecua, toma parecido y afinidad con los seres
de su entorno. Todo conjunto, en suma, donde hay armonía. En muchos de mis
actos y relaciones siempre he buscado, busco y supongo que buscaré que reine la
diosa Armonía o Concordia. </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="background: white; color: #333333;"><o:p> </o:p></span></p><br /><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-89316497642375906962024-02-22T10:48:00.000-08:002024-02-22T10:48:14.600-08:00TESORO DE PALABRAS PREDILECTAS (I)<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhfVpKWH_O_mE1gDaIMG8orvmuflyQEbCYa0KmM9cApv_loxddJdCpMu9t3C9k22DYGb-pfQY6Cvh8INJHkZB3ok-a8moPY1LrfZ69lMm8jdwOeM1eSZGGZhHum2voJ9WR4vUvczmYngg5cXyLFlfN9yc9pKuoF8rrUYdITcGIR72AJGHSuAuhAC0dra_0" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="252" data-original-width="400" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhfVpKWH_O_mE1gDaIMG8orvmuflyQEbCYa0KmM9cApv_loxddJdCpMu9t3C9k22DYGb-pfQY6Cvh8INJHkZB3ok-a8moPY1LrfZ69lMm8jdwOeM1eSZGGZhHum2voJ9WR4vUvczmYngg5cXyLFlfN9yc9pKuoF8rrUYdITcGIR72AJGHSuAuhAC0dra_0" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;"><i style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si nos ponemos a rebuscar en el fondo de
nuestra conciencia lingüística, todos tenemos ahí depositadas un puñado de palabras
favoritas, de palabras a las que tenemos gran apego. Nos suenan de un modo
especial, nos besan los oídos cuando llegan hasta ellos, las pronunciamos con
delectación, regusto, con singular devoción y respeto, nos hacen detenernos y complacernos
cuando nos encontrarnos con alguna en la lectura. Son, por derecho, nuestras
palabras más queridas.</span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Mi extensa vida me ha permitido
depositar en ese baúl sentimental una docena de términos, o pocos más, y ahora,
después de estar guardados y protegidos del olvido, quiero buscarlos por los
rincones de mi memoria y sacarlos a la luz, para contemplarlos, admirarlos,
disfrutarlos como tesoro almacenado; también pretendo ofrecerlos a quien tenga
un espíritu pronto a recibir regalos de cultura. <o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Unas de esas palabras me han gustado por
sus sonidos, otras por lo que significan, casi todas por los elementos de mi entorno
y mi experiencia más cercanos a los que aluden. La inmensa mayoría, por todos
estos motivos a la vez. <o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Creo que la grandeza de las palabras que
nos importan no está en lo que son o en lo que contienen, sino en la resonancia
que su presencia o su evocación dejan. Espero plasmar en las hojas que siguen
esa estela que en mí dibuja el breve número de términos que paso a glosar. No
van ordenados según criterio alguno, salvo tal vez los dos primeros, que se han
ganado sus puestos a pulso: uno, el de cabeza, es el que más amo ahora; el
segundo, el de mayor antigüedad en mi recuerdo de preferencias verbales. <o:p></o:p></span></i></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Comienza aquí, pues, mi pequeño y
humilde Tesoro de Palabras Predilectas. Espero tocar en alguna página alguna
fibra de la sensibilidad lingüística de algunos de los lectores. <o:p></o:p></span></i></p><p><br /></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-60540741933783257542024-01-19T05:07:00.000-08:002024-01-19T05:07:44.764-08:00MINIRREFORMA DE LA CONSTITUCIÓN<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOv5g8p5I2KzkhXP04Sk2I5YfZSqixv8McJTdXz1LdKKJFEt41OBicWl6d7ZxVMusj92E_wo4IulCUUQr7KXNJj74cIlEIqgEbiTHnHGQkqf6LZTzllUZzCGdEjeuQ7hYh_67zGK1ACawf0GqrCKOW276ZbBXR9TKfcTDyScWUEMQMDn2G0HUzltQDL8o/s759/40-anos-de-la-constitucion-espanola-3-759x500.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="759" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOv5g8p5I2KzkhXP04Sk2I5YfZSqixv8McJTdXz1LdKKJFEt41OBicWl6d7ZxVMusj92E_wo4IulCUUQr7KXNJj74cIlEIqgEbiTHnHGQkqf6LZTzllUZzCGdEjeuQ7hYh_67zGK1ACawf0GqrCKOW276ZbBXR9TKfcTDyScWUEMQMDn2G0HUzltQDL8o/w387-h255/40-anos-de-la-constitucion-espanola-3-759x500.jpg" width="387" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">El Congreso de
los Diputados ha aprobado hoy, 18 de enero, la modificación del artículo 49 de
la Constitución Española, con el fin de introducir una nueva denominación de
las personas con ciertas características particulares. Hasta ahora, decía así: </p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 34.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: Alef;">"Los poderes públicos realizarán
una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los
disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención
especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de
los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos".<o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">La reforma se centra en
la palabra </span><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Calibri","sans-serif";">«</span><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">disminuidos» y hace que
el nuevo texto sea el siguiente: <o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 34.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: Alef;">"Las personas con discapacidad
ejercen los derechos previstos en este título en condiciones de libertad e
igualdad reales y efectivas. Se regulará por ley la protección especial que sea
necesaria para dicho ejercicio.<o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 34.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: Alef;">Los poderes públicos impulsarán las
políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de
las personas con discapacidad, en entornos universalmente accesibles. Asimismo,
fomentarán la participación de sus organizaciones, en los términos que la ley
establezca. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las
mujeres y los menores con discapacidad".<o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">En síntesis, el
principal cambio que pretendo comentar consiste en la sustitución de la
expresión «disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos» por «personas con
discapacidad». En primer lugar, diré que, tratándose de una mera mutación nominal,
lo suyo es contar con la opinión de especialistas en cuestiones del idioma y
haber solicitado un informe a la Real Academia de la Lengua, por ejemplo, sobre
la conveniencia y oportunidad del cambio y el modo más adecuado de efectuarlo. No
sé si se ha requerido, pero me temo que no. De haberse llevado a cabo, la
institución habría remitido al diccionario por ella elaborado, antes o después
de las observaciones que hubiera creído pertinentes. Me traslado, pues, a dicha
obra y copio lo que en ella se lee sobre las dos expresiones. Para la hasta
ahora vigente, </span><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Calibri","sans-serif";">«</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">disminuido</span></b><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">», dice:<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 34.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 18.0pt;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: Alef;">Adj.
Que ha perdido0 fuerzas o aptitudes, o las posee en grado menor a lo normal.
Apl. a pers., u.t.c.s.<br />
<br />
Sinónimos: reducido, encogido, discapacitado, minusválido.<o:p></o:p></span></p>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">Para la definición de </span><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Calibri","sans-serif";">«</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">discapacidad»</span></b><span style="color: #1d1d1b; font-family: "Arial","sans-serif";">, dice: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">«1. f. Situación de la persona que, por sus condiciones físicas, sensoriales,
intelectuales o mentales duraderas, encuentra dificultades para su
participación e inclusión social.</p><p></p><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; mso-padding-alt: 0cm 0cm 0cm 0cm; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody><tr>
<td style="padding: 0cm 0cm 0cm 0cm;" valign="top">
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Sin.:</p>
</td>
<td style="padding: 0cm 0cm 0cm 0cm;" valign="top">
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> minusvalía.</p>
</td>
</tr>
</tbody></table><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">2. f. Manifestación de una discapacidad. Personas con discapacidades en las extremidades.»</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Analizando ambas
explicaciones, confieso que tengo dificultad para apreciar diferencias
importantes, salvo que la primera es más escueta y la segunda, más detallada.
Son, prácticamente sinónimas y ambas comparten el equivalente lingüístico
«minusválido». Hasta aquí, pues, no se ve con claridad razón suficiente para
mudar la redacción del texto legal. En todo caso, si relacionamos «disminuido»
con algunas acepciones del verbo «disminuir», de las que recoge el propio
diccionario académico en el apartado de sinónimos («reducir, menguar,
mermar, rebajar, restar, acortar, empequeñecer, menoscabar»), puede apreciarse
un cierto tinte peyorativo, creo que inherente al sentido de pérdida (en el
componente físico o psíquico) al que puede aludir en muchos contextos. Sin
embargo, no le va a la zaga el competidor «discapacitado» o «persona
con discapacidad», en donde el prefijo «dis-» aporta con toda evidencia un
contenido negativo, como en «discordancia», «disculpa», «disconforme»,
etc. De este modo, para todos los que hablamos español, «discapacitado» es
un hiperónimo que, lo mismo que «disminuido», menciona a una persona que
carece de una o varias capacidades o las posee en un grado inferior. Se parece
mucho a «incapacitado», pero tal vez este sea más áspero o crudo. Todas
las anteriores comprobaciones me llevan a reiterar la poca ventaja, si es que
hay alguna, de expulsar del diccionario «disminuido» e introducir «persona
con discapacidad». </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Casi seguro que
uno de los móviles de los promotores del cambio se relaciona con el deseo de
poner en circulación, al menos en el uso político, jurídico y administrativo,
sinónimos que no molesten, que no ofendan, que no resalten defectos,
limitaciones o menoscabos, o no lo hagan mucho. Un ejemplo claro lo hallamos en
la denominación de ciertas personas extranjeras, como la preferencia de «musulmán» o «árabe»
por «moro», «corpulento» por «gordo», «mayor» por «viejo»,
etc. Se trata, sin duda, de un aspecto del movimiento o corriente de lo
políticamente correcto o del buenismo. Pero, ¿es seguro que suena realmente mejor «discapacitado»
o «persona con discapacidad» que «disminuido»?, ¿es más suave, más
delicado? Puede que sí, que en el uso diario, la palabra constitucionalmente
sustituta, «discapacitado», aluda menos descarnadamente que la
suplantada, «disminuido», a la condición, innata o adquirida, de ciertas
personas con dificultad para integrarse y desenvolverse socialmente por razón
de alguna merma.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">He dicho «en
el uso diario», aludiendo al habla cotidiana, de los medios, etc., y queriendo
decir que la frecuencia de utilización de un término lo carga de ciertas
adherencias valorativas, positivas o negativas, que en un principio no tenía.
Así, la expresión «síndrome de Down» vino a desbancar al calificativo «mongólico»,
de suyo alusivo simplemente al parecido facial, cuando llegó a arrastrar este
adjetivo o sustantivo una enorme carga despectiva ya, muy visible en la abreviación «mongolo».
Puede que algo así hayan considerado los grupos políticos del Congreso
partidarios de que se vaya desterrando el apelativo «disminuido», pensando
que trasluce demasiado el hecho de que a la persona así nombrada «le falta
algo». En cambio, el sinónimo o casi sinónimo «discapacitado» o «persona
discapacitada», por ser reciente y menos transparente semánticamente (a no ser
que se la analice con detenimiento), está aún bastante libre de coloración peyorativa.
El mecanismo no se sitúa, por otra parte, lejos del que opera en la sustitución
eufemística, del tipo «gay» u «homosexual» por «marica», por ejemplo. Sabido es
que los cultismos, los tecnicismos e incluso los extranjerismos suelen cumplir
bastante bien esta función sustitutoria.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">No entraré a
discutir si el cambio léxico contribuye mucho o poco, o nada, a la aparición o
fomento de nuevas actitudes y valoraciones sociales de la «discapacidad».
Puede que de nuevo se le llene la mochila de significados despectivos a la
palabra incorporada y haya que buscar otra. No lo sé. En el fondo está la
pregunta sobre si la realidad, en este caso mental, cultural, es la que crea el
lenguaje y lo modifica a su gusto, o bien sucede al revés, que es la lengua la
que da lugar a la forma de pensar y sentir.. Hubo una época, primera mitad del
siglo XX, en la que los especialistas se interesaron mucho por reflexionar
sobre la cuestión. Ciñéndome a la reforma del artículo 49, me da la impresión
que los políticos se ubican en su mayoría en el bando de los segundos (“hipótesis
de Sapir-Whorf”). Quizás es porque juzgan que «queda bien y que se
contribuye a cambiar el mundo».</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">Voy a referirme,
por último, a la inclusión del nombre «persona» para componer la
nominación nueva: «persona con discapacidad», en vez de «discapacitado», que
habría conservado el paralelismo formal con la anterior texto. Creo que aquí ha
primado una razón ideológica, que no es otra que la que está en la base del
llamado lenguaje inclusivo o no sexista. Este movimiento, de origen feminista,
defiende el uso expreso del masculino y femenino cuando se alude a grupos de
personas de ambos sexos, prohibido ya por la Real Academia, o bien el empleo de
palabras genéricas, no marcadas por la alusión a ninguno de los dos sexos.
Precisamente, es el caso de «persona», que aparece hasta dos veces en el
nuevo artículo 49. En pos de la coherencia, los legisladores han introducido un
enunciado de color netamente feminista también, que me parece incluso
denunciable por discriminatorio, pues da preeminencia a la protección de las
mujeres y los menores «con discapacidad» sobre la que merecen los hombres
adultos en idéntica situación:</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">“Se atenderán
particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con
discapacidad".</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> </p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-63307532768398342342024-01-11T10:20:00.000-08:002024-01-11T10:21:24.091-08:00LA PARRAFADA DE NO TE VERÉ MORIR, DE A. MUÑOZ MOLINA<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiddZe1hujlT5l-KUl9UWQIt947OrTGubodpZLvsEgyhnwo4dU9hZH8Jj_KUjD7FJmB28ShX4cfaAvshecvyV9QqFAQ6bfyGSRTistVNyzlKN4Zte-4xMM13fgtHMqkCZPnAVIp9S6LIs39_EMjNDFW0SGthw37YDfmXy1yIutUM2A8jeIzzrwKByCQEIw/s229/NO%20TE%20VER%C3%89.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="229" data-original-width="229" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiddZe1hujlT5l-KUl9UWQIt947OrTGubodpZLvsEgyhnwo4dU9hZH8Jj_KUjD7FJmB28ShX4cfaAvshecvyV9QqFAQ6bfyGSRTistVNyzlKN4Zte-4xMM13fgtHMqkCZPnAVIp9S6LIs39_EMjNDFW0SGthw37YDfmXy1yIutUM2A8jeIzzrwKByCQEIw/w272-h272/NO%20TE%20VER%C3%89.webp" width="272" /></a></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Lo mismo que
otros muchos objetos que permiten medirse longitudinalmente, los enunciados gramaticales
(antes denominados oraciones) pueden ser cortos, medianos y largos, a los que
se añaden los cortísimos y los larguísimos. Los límites de los enunciados los
marcan, en el discurso oral, las pausas mayores y los tonemas (entonaciones)
característicos de principio y final; en la escritura, son los puntos y
seguidos y las interrogaciones y exclamaciones los índices de comienzo y
conclusión; hay quien añade el punto y coma.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Los breves son propios, como se sabe, de la lengua hablada, concretamente de la conversación o diálogo. En cambio, la literatura, por una parte, y los textos jurídicos, muchos administrativos y científicos se prestan más a los extensos. ¿Obedece este reparto esquemático a alguna norma de estilo, a algún mandato o pauta académicos, o, por el contrario nacen de la simple voluntad de quien se expresa oralmente o por escrito? La respuesta no es única, o sea, un sí o un no tajantes. Dicho de otra manera, es, a la vez, sí y no. Más aún, se puede contestar incluso con el verbo <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>depende». Voy a tratar de explicar estas dos formas de considerar el asunto, en el fondo casi iguales.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Pero, antes que nada, conviene quedar de acuerdo en algo: se considera, en general, enunciado corto aquel que consta de entre una y quince o veinte palabras, más o menos: <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>Ven», <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>Suena una sirena de coche de policía», <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>Volverán las oscuras golondrinas / de tu balcón sus nidos a colgar». Un enunciado largo tiene más de cuarenta palabras, muchas. Por cierto que, según el principio de recursividad, cualquier enunciado puede prolongarse hasta el infinito. Véase el siguiente ejemplo, muy conocido, extraído del libro de C.P. Otero <i>Introducción a la lingüística transformacional</i> 1970):</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; margin: 0cm 21.2pt 10pt 63.8pt; text-align: justify;"><span face="Calibri, "sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 22px;">«</span><span style="font-size: 11pt; line-height: 22px;">Este es aquel gato / que cogió la rata /que se comió el queso / que compró la chica / que puso el vestido / que hizo la modista / que vive en el piso / que es del oficial / que armó aquel cotarro / que inició la guerra / que…»</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; margin-right: -0.05pt; text-align: justify;">Es un enunciado potencialmente inacabable gracias a la posibilidad de añadir <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>a la derecha» subordinadas de relativo sin fin. Este otro, que se incrementa por incrustación, procede del mismo autor y obra, aunque lo he adaptado un tanto:</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; margin: 0cm 21.2pt 10pt 63.8pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 22px;">No deja de sorprenderme / que no deje de sorprenderme / que no deje de sorprenderme / que no deje de sorprenderme… que Pepita sea fiel.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Suele citarse a Marcel Proust (<i>En busca del tiempo perdido</i>) como el autor de los enunciados más largos de la literatura. Hay otros también muy conocidos, como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jerzy_Andrzejewski" target="_blank" title="es.wikipedia.org"><span style="color: #195faa;">J</span><span color="windowtext">erzy Andrzejewski</span></a><span style="color: #282829;"> en su novela <i>Las puertas del paraíso</i> (1960), donde una de las dos únicas oraciones que forman la novela tiene 40.000 palabras en 180 páginas En español, el enunciado más largo se debe a Camilo José Cela en Cristo versus Arizona (1988), donde Wendell Liverpool Aspen pronuncia un monólogo de 238 páginas sin puntos. Voy a cita. </span><span style="background: white; color: #202124;"> Voy a citar </span>el último enunciado larguísimo que he visto, que consta también de 40.000 palabras ―ya son palabras― y abarca 73 páginas: es el primer capítulo de <i>No te veré morir</i>, la más reciente novela del escritor Antonio Muñoz Molina.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Hay textos literarios donde la enorme extensión de algún o algunos o todos los enunciados se debe, simple y llanamente, a la supresión de los puntos seguidos o aparte, para que parezca que es uno solo la sucesión de una serie de ellos. Ocurre en <i>La caverna</i>, de J. Saramago, por ejemplo, obra de cierto cariz experimental. Realmente, podríamos calificarlo de engaño visual, tipográfico, tal como queda de manifiesto si leemos alguna página en voz alta, tratando de expresar el sentido: notaremos que eso nos lleva a reponer las pausas propias de los puntos no impresos. No es este el caso de la obra de Muñoz Molina, tal como le he oído aclarar en alguna entrevista: ese primer capítulo está construido como una oración compuesta complejísima, que no se interrumpe y, por lo tanto, que no necesita puntos. No es que se hayan suprimido, sino que no se requieren de acuerdo con las reglas ortográficas, pues no se trata de una sucesión de enunciados. Evidentemente, esta segunda modalidad es mucho más difícil no solo de articular en su interior, sino también, tal como explicaré más adelante, de seguir en la lectura. Puede decirse que representa un reto tanto para el escritor, como para el lector; y que ambos deben ser muy avezados en el ejercicio de su actividad respectiva. Por razones obvias, me centraré en este tipo de enunciados, formados por una sola oración compuesta, que acabo de citar y caracterizar.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Si se me permite una comparación trivial, lo mismo que comemos un plato de potaje o guiso cucharada a cucharada, tragando uno tras otro los aportes de cada una, el contenido de un texto se va asimilando durante la lectura enunciado a enunciado, si es que existe más de uno. Y, siguiendo con el ejemplo, tienen que ser cucharadas adecuadas en su volumen a la anatomía humana, tanto bucal como esofágica. Pues igual ocurre con la lectura y comprensión de textos: un enunciado excesivamente largo es como una palada bien llena de contenido semántico, que estamos incapacitados de recepcionar y entender. Y esto, por una razón muy sencilla: una de las operaciones del proceso de comprensión consiste en encapsular los enunciados, una vez que llegamos a apreciar ―entre otras cualidades― su final; lo que supone recordar e ir organizando lo anteriormente leído. Eso es imposible para nuestra memoria en el caso de que el enunciado sea kilométrico. Como suele decirse, <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>se pierde el hilo», o sea, para un lector normal, cesa la comprensión. Una forma de recuperarla es volver atrás y releer una o más veces lo anterior, acción que, si hay que repetir de continuo, llega a ser agotadora.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">¿Presenta, no obstante, alguna ventaja el enunciado largo? Para responder a esta cuestión voy a acudir, por una parte, a los conceptos, clásicos, de <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>extensión» y <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>comprensión» semánticas. Una palabra con mucha extensión posee poca cantidad de rasgos de significado (<span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>semas») y, por lo tanto, abarca gran cantidad de objetos, seres, acciones…; así, tenemos términos como el sustantivo <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>cosa», el verbo y sustantivo <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>ser», el adjetivo <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>existente», etc. A medida que aumentan los semas (comprensión), disminuye la extensión, es decir, la cantidad de referentes posibles, como <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>bautizar», <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>plato», etc. Los enunciado-oración compuesta con que ilustré más arriba el de gran longitud (<span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>Este es aquel gato / que cogió la rata /que se comió el queso / que compró la chica / que puso el vestido …») se funda en la ampliación progresiva de la comprensión, mediante subordinadas adjetivas, y reduce consecuentemente la extensión. O, lo que es lo mismo, gana, a medida que avanza, en precisión designativa, pues ese ladrón se particulariza cada vez más. Esta es una de las características positivas del tipo de oración compuesta por subordinación de relativo. Próxima a ella, aunque algo diferente semántica y sintácticamente, está el alargamiento por coordinación o yuxtaposición, como por ejemplo <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>Nos trajo un reloj, dulces de hojaldre, fruta tropical, dos trajes de fiesta, una cubertería de plata, mesitas, dos móviles, unas gafas de sol, guantes de piel, salchichón, jamón, chorizos, mantecados y alfajores, una pelota de cuero, una camisa de seda, muchos abrazos y besos…». No solo la cantidad de objetos, sino también y, quizás sobre todo, la diferente naturaleza de los elementos de la lista dificultan hasta hacerlo imposible el empaquetamiento cognitivo facilitador de la comprensión de en qué consistió el <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>regalo», prácticamente imposible, debido a lo detallado de la enumeración. Muy distinto sería el uso de términos más incluyentes, con menos comprensión y más extensión: <span face="Calibri, "sans-serif"">«</span>Nos trajo dulces y frutas, ropa, embutidos y cariño». Aunque es también la precisión, el detalle, lo que busca el enunciado formado por una sola y larga oración compuesta por subordinación, el efecto es otro: trata de expresar causas y efectos, condiciones, comparaciones, contrastes, salvedades, excursos, alusiones anafóricas o catafóricas, la similitud y disimilitud entre elementos, etc., tal como puede verse en el primer capítulo de la novela <i>No te veré morir</i>, de Muñoz Molina. Cito un fragmento del comienzo « ”Si estoy aquí y estoy viéndote y hablando contigo, esto ha de ser un sueño”, dijo Aristu, mirando a su alrededor con asombro, con gratitud, con incredulidad, con el miedo a que en cualquier momento se disipara todo, volviendo la mirada hacia Adriana Zuber, medio siglo después, hacia el color y la expresión inalterada de sus ojos, sorprendido de hasta qué punto, habiendo creído recordarlos siempre con exactitud, los había olvidado, los bellos ojos risueños entre grises y azules que ahora lo miraban a él igual que la última vez, en mayo de 1967, en otro siglo y en otro mundo y sin embargo en esta misma habitación, en la que desde el momento de entrar había descubierto que casi nada había cambiado, no ya los muebles o los cuadros o las cortinas en la ventana sino la luz misma, la luz pálida que entraba desde un patio de manzana en el barrio de Salamanca, igual que los rumores vecinales y el ruido bronco pero amortiguado del tráfico, una luz de media mañana y de revelación o despedida, tamizada por los verdes de umbría fresca y savia reciente de los árboles del patio, jardín más bien, casi parque, tan espacioso, oros como de polen o polvo suspendido en el aire, flotando visible en la habitación, en la que Aristu advirtió ahora que sonaba el mismo reloj de péndulo de cincuenta años atrás, acentuando el silencio en que los dos se miraban aquella vez, en el momento de una despedida que no podían concebir, el uno frente al otro, el pelo de ella rojo entonces y no blanco pero igual de revuelto, sus ojos agrandados y atónitos, aunque no más brillantes ni bellos, cuando los dos sabían y aceptaban que se iban a separar pero no podían imaginar la magnitud del espacio ni la duración de los años que tenían por delante, demasiado jóvenes para sospechar siquiera esas amplitudes, las lejanías que pueden separar las vidas humanas, mucho más jóvenes y más inocentes y torpes de lo que creían, confiados de algún…». Nótese cómo, en realidad, los tres procedimientos de construcción de enunciado prolongado se combinan aquí.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Resulta un tanto extraño que el primer capítulo de una novela, que es el que se supone debe despertar el interés del lector y mantenerlo, esté constituido por una parrafada interminable, es decir, por una gran secuencia muy difícil de entender y de introducir al lector en la trama desde el principio. Lo cual lleva a una nueva pregunta: ¿hay algo en este estilo o modalidad constructiva que en la obra literaria, más concretamente, la novela ofrezca algún rendimiento especial, alguna sustancia expresiva propia y singular? ¿Cuál es el <span color="windowtext">valor de esa sintaxis tan compleja y a menudo enrevesada, imposible de facilitar organizadamente, en el decurso de la lectura, el sentido de lo que se dice, debido ante todo a lo limitado de la memoria humana? No quisiera caer ―aunque el precipicio está cercano― en la simpleza de decir que el principal, casi único, objetivo del arte de vanguardia es la rareza por la rareza, la ruptura con lo anterior por el simple hecho de hacer algo distinto, nuevo, la originalidad más extravagante e incomprensible, etc. Por eso quisiera buscarle alguna aportación a este patrón constructivo, algún rendimiento en el contexto de las obras donde se halla, alguna motivación creativa que lleve al escritor a su empleo. Excuso decir que en <i>No te veré morir</i> la cuestión se complica por el hecho de que solo es uno de los cuatro capítulos el que está redactado así, sin puntos, y eso hace bastante arduo un análisis general de la obra, que aquí no se pretende.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Utilizaré para explicarme una nueva metáfora. Supongamos que una persona está empeñada en guardar en un gran baúl una serie de objetos y empieza a introducir pantalones, zapatos, vestidos, platos, corbatas, pendientes, molletes, máquinas de picar carne, un cubo, una cadena de perro, un calefactor, unos yogures, cuadernos y almanaques, bolsas de caramelos, fotos… y así sucesivamente durante horas y horas ―páginas y páginas si fuera un escrito―, sin criterio de selección alguno al parecer. Modestamente, creo que una de las posibles explicaciones, tal vez la más simple, no sé, puede ser que todos esos chismes, ropas, alimentos, objetos tienen algo en común y por eso el personaje quiere que estén juntos, reunidos en un mismo continente; y, volviendo a lo gramatical, por eso el autor relata con un solo enunciado toda la acción, para poner de relieve que elementos tan dispares son, de alguna manera similares o, mejor dicho, equivalentes. Cuál el factor que los relaciona depende del contexto de cada obra: en algún caso será el estar destinados a la hoguera por la situación negativa que evocan, o bien porque en ellos se materializan recuerdos y momentos pasados felicísimos, o porque poseen ciertas connotaciones comunes para quien los almacena, etc. En definitiva, el enunciado largo, bien sea de tipo enumerativo o tenga la forma de oración compuesta o bien presente una combinación de ambos modos, tengo para mí que es una manera de presentar como una unidad en torno a un eje emocional o conceptual lo que en realidad es un conglomerado, un revuelto de elementos que en sí no tienen nada que ver. Sin duda, es también una innovación formal, seguramente grata al lector y al autor por la impresión que causa todo lo novedoso en el arte.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;">Quiero concluir anotando una particularidad del enunciado largo de Muñoz Molina al que me vengo refiriendo, como es la intervención del tiempo, pues enlaza sin solución de continuidad escenas y vivencias temporalmente distantes. A ellas es posible aplicarles la misma explicación que acabo de aventurar en el párrafo anterior, es decir, la presencia y actuación de un lazo de unión, de alguna comunicación entre ellas. En alguna de las entrevistas concedidas por el autor a raíz de la publicación de la novela le he oído decir que, para él, el pasado nunca llega a desaparecer del todo una vez fenecido, sino que pervive, de alguna manera, en el presente. Por lo tanto, deduzco, resulta normal, obligatorio incluso, hablar del pasado al describir o narrar el presente. Más aún, meter uno y otro en un solo enunciado.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 33px; text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-40114304896347632472023-11-21T08:18:00.000-08:002023-12-06T03:03:22.891-08:00MENTIRAS<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyo1Mvt4ijNfGnkZRv_cExDmTMrfmFgmI4q7g_ObSm2cyaEZhXqsLtSlnRzkidphJ40Bk_hVD1XjWhDDxtWy2tcvI2N9ZWzLllbRFs0P6o7y5idxVZ1wEW8vpTplCFHGGFGxSwXeuFBx8yDYhwybADfhRaCVg8Xb8D0a6IIMW7OKd4AotlOSRDCaOG7XA/s1300/179260332-manos-apuntando-a-una-caricatura-de-vector-de-ni%C3%B1o-peque%C3%B1o-mentiroso.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="791" data-original-width="1300" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyo1Mvt4ijNfGnkZRv_cExDmTMrfmFgmI4q7g_ObSm2cyaEZhXqsLtSlnRzkidphJ40Bk_hVD1XjWhDDxtWy2tcvI2N9ZWzLllbRFs0P6o7y5idxVZ1wEW8vpTplCFHGGFGxSwXeuFBx8yDYhwybADfhRaCVg8Xb8D0a6IIMW7OKd4AotlOSRDCaOG7XA/w394-h240/179260332-manos-apuntando-a-una-caricatura-de-vector-de-ni%C3%B1o-peque%C3%B1o-mentiroso.jpg" width="394" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Estamos
en tiempos de políticos embusteros, en días donde hay que desconfiar de la
palabra de la gente perteneciente a esa clase. Eso es, al menos, lo que se deduce
de los discursos y declaraciones de muchos de estos políticos, casi todos, por
no decir todos. Seguramente, habrá unos más mentirosos que otros, incluso
algunos que casi siempre dicen la verdad, pero no es esa la sensación que se
desprende de las intervenciones en las Cortes, las entrevistas en medios de
comunicación, los mítines, etc. Pero, ¿qué es mentir? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">En
el Diccionario de la Real Academia leemos dos definiciones que, de entre las
cinco que consigna, me interesa destacar: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> <i>1. Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><i> 5. </i>Desus<i>. Faltar a lo prometido, quebrantar un pacto.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">El
primer sentido es el que encontramos en el enunciado:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«Nos
dijo que no se había comprado un piso y era mentira; ya lo tenía hasta
amueblado»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">El
otro subyace en este:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>«Les dijo a los niños que los
llevaría al partido y no lo hizo, es un embustero»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Como
puede apreciarse, son valores bastante diferentes. Aunque el segundo aparece
con el calificativo de «desusado», no creo que lo sea tanto, al menos en el
ámbito de la política, donde lo juzgo, contrariamente, el más común. En los
últimos meses se ha achacado al partido ahora en el poder que mintió cuando,
antes de las elecciones de julio, manifestó una postura respecto a la amnistía
de políticos catalanes, a pactos con independentistas, etc., promesa que después
no ha cumplido. Fruto de ello, ha alcanzado la mayoría de votos en el Congreso
y la presidencia del gobierno. Lo ocurrido no es stricto sensu una mentira
(significado 1 de la RAE), sino el incumplimiento de lo anteriormente
proclamado (significado 5). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Deduzco
de lo anterior que tal vez no deberíamos denominar «mentiroso» o «embustero» o «mendaz»
o «troloso», etc., al que se echa atrás de lo expresado, al que se desdice, al
que no lleva a cabo lo prometido, al que falta a la palabra, etc. El partido
antes aludido le ha denominado a este comportamiento «cambio de criterio», en
un intento de eufemismo, sustitutivo de las expresiones que acabo de citar, todas
condenatorias. En mi opinión, no está muy conseguido dicho eufemismo, puesto
que el «cambio de criterio» puede sonar algo más ligero y menos agrio que «embuste»,
por ejemplo, pero no resulta menos repudiable desde el punto de vista ético, sobre
todo cuando encierra el quebrantamiento de un compromiso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">En
efecto, una persona que muda sus ideas, sus opiniones, sus razones, los fundamentos
y frutos de su discernimiento… de un día (semana / mes / año) para otro, y no
hace lo que dijo que haría no creo que merezca más respeto que el que falta a
la verdad. Fuera de la política, estoy convencido de que llamar a una persona «embustera»
no es más ofensivo que decir de ella que «no tiene palabra», que «no respeta o falta
a sus compromisos», que «no tiene o cambia de principios», que «carece o ha
perdido la credibilidad» y por tanto la confianza de sus semejantes. En algunos
ambientes más informales, si alguien se atreve a espetar a otro que «no tiene palabra»,
este otro suele contestar «eso no me lo dices tú a mí en la calle», puesto que
lo toma como una ofensa gravísima: su «palabra» es lo último que un individuo íntegro
quiere que deje de valer, es como perder su honra, su entidad, su mismo ser social
y el fundamento del respeto debido. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por
todo ello, si lo que se quiere es usar como eficaz argumento <i>ad homimem</i> contra
un adversario el hecho de que no cumple lo que promete y evidenciar así la
pérdida de credibilidad y de honorabilidad, creo que debería acudir a términos como
estos, a tachas como las que acabo de listar, más apropiados y puede que más contundentes
que «mentiroso», termino algo desgastado, o que afirmar que «no dice la verdad»,
mucho más leve. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cosa
distinta es que ese adversario tenga la piel de su espíritu como curtida en una
antigua talabartería y le resbale todo vocablo acusatorio como el agua por el
cauce del río. Hay quienes permanecen impasibles les digas lo que les digas. Consideración
que, para mi desventura, hace inútil todo lo que llevo escrito desde el
principio hasta ahora, cuando ya he llegado al final. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="j" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; margin: 12pt 0cm 7.5pt; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="background: white; letter-spacing: 0.2pt; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="j" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; margin: 12pt 0cm 7.5pt; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="background: white; letter-spacing: 0.2pt; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="j" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 12.0pt; margin: 12pt 0cm 7.5pt; text-align: justify;"><br /></p><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-68595740435400348502023-11-14T04:51:00.000-08:002023-11-21T08:38:36.704-08:00EN UNA Y OTRA ANDALUCÍA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw1jZaB5eXsYiOsY3kGnk8r0IwMlI7Mk9p2AadWcQdMkvZ4ue-9xhcfof2CdazapRauP6GVdydW3qTkdZL8S6eNJNSIVBR6slcjtVBEBOhUWJ8tuUzT5CXo_Xl1jgsnu-oaeYqT1SQd59klPcDSSphLYgn5aRe6W63Q2eLc3aMdvbpQKCqGeOYqEeEuLw/s1924/mapa-andalucia-imprimir.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1339" data-original-width="1924" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw1jZaB5eXsYiOsY3kGnk8r0IwMlI7Mk9p2AadWcQdMkvZ4ue-9xhcfof2CdazapRauP6GVdydW3qTkdZL8S6eNJNSIVBR6slcjtVBEBOhUWJ8tuUzT5CXo_Xl1jgsnu-oaeYqT1SQd59klPcDSSphLYgn5aRe6W63Q2eLc3aMdvbpQKCqGeOYqEeEuLw/w391-h273/mapa-andalucia-imprimir.jpg" width="391" /></a></div><p><br /></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por
el modo de hablar de sus habitantes, hay dos Andalucías, las que se pueden
denominar, con términos geopolíticos, la oriental y la occidental. Es decir,
Huelva, Cádiz, Sevilla y parte de Málaga, en el oeste, y el resto de Málaga,
Córdoba, Granada, Jaén y Almería, en la zona este. Sobre otras diferencias,
destaca la pronunciación de las vocales situadas delante de un sonido consonántico
como cierre de sílaba (posición implosiva) desaparecido o transformado, sobre
todo al final de palabra. Me refiero a vocablos como «ojos», «ademanes», «talar»,
por ejemplo, en los que las consonantes finales son muy débiles e incluso se
pierden o alteran: ojos > ojo, ademanes > ademane, talar > talá. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">En
ningún punto de Andalucía se pronuncian normalmente esas consonantes; este es
un rasgo común, que, en mi opinión, es la única característica que comparten
todas las hablas andaluzas. ¿Cuál es la diferente forma de articular palabras
como las citadas en una parte y otra de la región? Antes de seguir, aclaro que el
modo de hablar que se identifica con Andalucía sobrepasa sus fronteras y
penetra en comarcas murcianas y extremeñas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">En
la zona oriental, ocurre una mutación de las vocales de las sílabas finales
donde desaparece la consonante, fenómeno consistente en la apertura de dichos
sonidos; dicha cualidad fonética adquiere, además, valor fonológico, es decir, sirve
para diferenciar significados: sing. «ojo» / pl. «ojO» (transcribo la abierta
con la mayúscula, a falta del signo correspondiente del alfabeto fonético),
sing </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">carretera»
/ pl. </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">carretera»,
3ª pers. </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">ama» / 2ª pers. </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">amA»,
etc. En cambio, en el occidente la vocal queda intacta, con lo que se igualan
fonéticamente el singular y el plural: sing. y pl. </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">ojo»,
</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">carretera»,
2ª y 3ª pers. </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">ama». En el siguiente vídeo se aprecia claramente.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/ph8Zsah3gXg" title="Juan Ramón JImé-nez: Capítulo 47 de Platero y yo. El Rocío" width="400"></iframe></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: xx-small; line-height: 150%;"><a href="http://manolo-claselengua.blogspot.com/search/label/Experiencias%20de%20aula">Mi clase de Lengua: Experiencias de aula (manolo-claselengua.blogspot.com)</a></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Si no se está muy atento o no se tiene
el oído bien entrenado, esta realidad lingüística pasa desapercibida,
seguramente por el hecho de que, apoyándonos en el contexto (</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><u><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">lo</span></u><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">
ojo»), asignamos la categoría de singular o plral, segunda o tercera persona de
modo inconsciente. Sin embargo, españoles del norte tienen dificultad en
percibir esta sutileza en ocasiones. Suelo narrar una anécdota de cuando hacía
la mili, que ilustra lo que digo. Había un muchacho vasco apellidado Ribas, que
alterna no solo con el singular, sino también con </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">v»,
como es sabido. Otro compañero, granadino, le preguntó un día:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>―¿Tú cómo te llamas, </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Riba
o RibA?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">A lo
que el interrogado, en cuyo idiolecto no tenía valor fonológico la apertura
vocálica, respondió con una lógica aplastante:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>―Si son iguales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Para
el tal Ribas, solo valía la presencia / ausencia de la </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s». La
</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">a»
abierta pasaba desapercibida. Sabido es que, cuando un rasgo fonético no posee
valor fonológico, tampoco tiene conciencia el receptor de que lo oye. Ocurre,
pongamos por caso, si reproducimos de manera diferente </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">poyo»
y </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">pollo»:
en la mayor parte de España no notarán esa distinción </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">y» /
</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">ll».
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Doy
un paso más. En la mitad occidental, dentro de lo que se denomina la </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">fonética
sintáctica», o sea, la pronunciación de las palabras en el curso del mensaje
oral, ocurre algo a lo que no suele atenderse al tratar de las hablas
meridionales. Me refiero a una especie de recuerdo o huella que la desaparición
de la consonante </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s» ha dejado. Es una muy
suave aspiración, cercana a la </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">j»; aquí la transcribo como </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">h».
Ejemplo: </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">lo-h-ademane», </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">la-h-encina».
La he llamado recuerdo o huella porque es una forma de permanencia alterada de alguna
</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s»
final: </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">lo-s-ademanes»,
</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">la-s-encinas».
No es cierto, pues, que palabras que tenían originariamente </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s» final
(mejor dicho, que presentan en castellano del norte </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s»)
la hayan perdido del todo. Carece, sin embargo, de valor fonlógico y, por
tanto, parece no oírse. Por su parte, los andaluces orientales no necesitamos
ya del auxilio de ninguna heredera de la </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s»,
puesto que nos valemos de la apertura con carácter relevante. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por
último, he creído apreciar que esa aspiración occidental se evita en ciertas
secuencias de palabras. Así, creo que no se suele decir </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">lo
do-h-ojo», </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">tre-h-ajo», </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">mi-h-<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>hijo», </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">lo-h-eje
de la carreta», etc. O desaparece la </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">h» (</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">tre
ajo») o se restaura la </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">s» (</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">mi-s-hijo»).
Seguramente, obedece este comportamiento al deseo de evitar la cacofonía
producida por el sonido fricativo gutural </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">j»,
tan próximo a la aspiración («mi-h-hijo», </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">tre-h-ajo»).
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Verdaderamente,
las hablas andaluzas son un mundo. <o:p></o:p></span></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-12937709800910748062023-10-27T10:10:00.001-07:002023-10-27T10:10:23.466-07:00SOÑANDO<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdRODnp0d5PIOdwyagZ9AhF9UsMQAFHI0VyjXSigadx1RtLKXWz5UTy113WzXYncKEQ1vNbjAJ654rjwSdl3EcmkePFlAJb95_d0y_bT-1QZN8A4U01KK9nerck8UqYNrtc2SFGALX9V8Q6pO9T32V1Ym-h3eE4majgh01zLjnw4o4C3ezk0U6GouZeMg/s330/th.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="186" data-original-width="330" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdRODnp0d5PIOdwyagZ9AhF9UsMQAFHI0VyjXSigadx1RtLKXWz5UTy113WzXYncKEQ1vNbjAJ654rjwSdl3EcmkePFlAJb95_d0y_bT-1QZN8A4U01KK9nerck8UqYNrtc2SFGALX9V8Q6pO9T32V1Ym-h3eE4majgh01zLjnw4o4C3ezk0U6GouZeMg/w444-h250/th.jpg" width="444" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Soñé que era albañila<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">con mi palustre y mi plana,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">con mi mono y mi gorrilla,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">y me construí una casa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Tenía muchos sabores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Las tejas de caramelo,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">en la entrada dos faroles<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">suelo de dulce cemento, <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">las puertas de chocolate,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">las ventanas de helado,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">paredes rojo tomate,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">techos de merengue blanco. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Otro día también soñé<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">que me hice carpintera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con mi sierra yo corté<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">de turrón fina madera <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">y me hice una mesa,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">una silla y una cama<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">para acostarme en ella<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">y dormir con mi almohada,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">y soñar lo que quisiera<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">cada noche o cada día,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">si era soldado o niñera,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">si era yo o era mi tita.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así otra vez soñé<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">que era una jardinera<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">y en el huerto sembré <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">chupachups y piruletas,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">claveles y buganvilias,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">geranios y gusanitos,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">bombones y margaritas,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¡qué bien olía mi patio!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y ya la última noche<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">con mi hermanito soñé,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">que me vino a despertar<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">cuando el reloj dio las diez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Me dijo: «¿Quieres vivir<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">en la verdadera casa<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">con papá y mamá, aquí,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">o en la que tienes soñada?».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>JOSÉ ANTONIO RAMOS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 16px;">De <i>Mi Segundo libro de poesías para niñas o niños</i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 16px;">(inédito)</span></span></p><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-34087945401803879712023-10-15T22:34:00.002-07:002023-10-15T22:34:32.997-07:00ESCUCHAR LIBROS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9DfSa2-cSCzCKa8ofZm8IGihD6RxtXghjiC11VaCyKCmA418XL7Y_uDq9i26lhhJpaUgbA_d3G1b7EI7a_JtKgEnEAEbshOqjObLRotLxj5ejTBmwC6JBaQRDDVU6eKOaZffyzPgDl1eLzTDa3wUSO1_EKc0caIEiYHJvdNuhsv9NCtjG0yxpzftFvX4/s225/auriculares.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9DfSa2-cSCzCKa8ofZm8IGihD6RxtXghjiC11VaCyKCmA418XL7Y_uDq9i26lhhJpaUgbA_d3G1b7EI7a_JtKgEnEAEbshOqjObLRotLxj5ejTBmwC6JBaQRDDVU6eKOaZffyzPgDl1eLzTDa3wUSO1_EKc0caIEiYHJvdNuhsv9NCtjG0yxpzftFvX4/w253-h253/auriculares.jpg" width="253" /></a></div><br /><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para
una gran parte de la población, leer es, en el mejor de los casos, un deseo insatisfecho,
una asignatura pendiente, un objetivo que con gran dificultad se alcanza tal como
es concebido, es decir, como una actividad permanente y continuada. Lo mismo que
inscribirse y asistir a un gimnasio, apuntarse a unas clases de inglés, dejar
de fumar y otras metas por el estilo. La acción del colegio, de bastantes familias,
de medios de comunicación… hace que muchas personas tengan buenas intenciones, las
cuales no obstante quedan incumplidas más de lo que ellas mismas desearían.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hay
quien se propone, en alguna de las encrucijadas de su vida, como por ejemplo
las vacaciones, la jubilación, una baja laboral, etc., iniciar la lectura de una
colección de premios Nobel comprada hace años o unos tomos maravillosamente
ilustrados de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La vida en los fondos
marinos,</i> que reposan en la estantería, o la antología de poemas de Miguel
Hernández, admirado tal vez por una única obra conocida: puede que “El niño
yuntero” o la elegía dedicada a Ramón Sijé. Luego pocas veces se pasa del mero
intento o de dos o tres ratos ante las páginas. Para mí tengo que el hábito de
leer es muy difícil que se genere en la edad adulta, cuando ya todas las
inclinaciones, gustos, tendencias, predilecciones… están más que afianzados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A
efectos de lo que voy a expresar después, me interesa distinguir estos dos
componentes de todo texto escrito, dispuesto para leer: el contenido y la codificación
en forma de lengua escrita. Esta es el vehículo para llegar a aquel. Buena
parte de las personas con una formación muy elemental, o sea, que solo saben descifrar
los signos escritos y poco más, y que además no se enfrentan con textos más
allá de lo estrictamente necesario, tal vez estimarían sentir el placer de
conocer y degustar las historias que se cuentan en novelas o relatos breves, es
decir, de lo que he llamado el contenido; pero se topan con el obstáculo de
tener que penetrar la lengua escrita, operación para la que frecuentemente no
están formados ni entrenados y, por tanto, representa un muro insalvable. Así,
se ven obligados a leer en voz alta, o al menos susurrando, para escuchar las
palabras y poder así entender lo que dicen, como si alguien les estuviera
hablando; muchos más reproducen en su mente esos sonidos, con la misma
finalidad. Evidentemente, esta es una forma de leer pesada y cansina, que hace
laborioso y enlentece el proceso, alejando el arribo al contenido, que es la
finalidad primordial, la que causa agrado y deleite. El lector se agota a las pocas
páginas y deja el libro para siempre, a no ser que, como ocurre a los estudiantes,
se vea obligado a volver a traerlo a su mesa de trabajo y enfrentarse con
desgana a los párrafos que llenan sus hojas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si
comparamos el grado de dificultad que representa la comprensión de textos
escritos con el que supone la recepción de la lengua oral, la distancia es enorme
a favor de esta última. Resulta muy evidente cuando se presencia una película
no doblada, con subtítulos: cuántos espectadores se quedan a la mitad de cada
frase escrita y abandonan seguir la acción leyendo, en vez de hacerlo
simplemente escuchando las intervenciones orales de los personajes. Siendo esto
así, una posible solución al problema del bajo nivel de lectura de adultos,
jóvenes y niños podría consistir en sustituir el código escrito por la forma
oral. Es decir, que las obras, principalmente literarias, se editaran no solo
en soporte de papel, sino también en la modalidad de audio. En realidad, esto se
inició hace años. Alguna empresa española, creo que Planeta, lanzó al mercado
cintas de cassette con textos literarios reproducidos por actores y
profesionales de la comunicación audiovisual. Si no estoy equivocado, no
tuvieron esas publicaciones gran difusión. En la actualidad, y para el ámbito
del castellano, contamos con iniciativas nuevas de este tipo, de las cuales una
de las más conocidas es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Audible</i>, de
Amazon, donde también hay obras en otras lenguas (españolas y extranjeras). Puedes
solicitar las obras del catálogo sueltas o bien abonarte mediante un pago
mensual de unos 10 euros para tener acceso casi ilimitado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hace
algún tiempo que </span><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">«</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">leo» audiolibros y confieso
que no solo es un buen invento, sino que, sobre todo, procura un notable placer.
Y ello porque las grabaciones están realizadas por profesionales del cine, el
teatro y la comunicación, con resultados que superan con mucho en expresividad
al partido que cualquiera de nosotros le podría extraer a la lectura llamada silenciosa.
Me recuerdan mucho las antiguas radionovelas que diariamente se emitían en mi
infancia por capítulos y que tenían a las amas de casa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>enganchadas, como se dice ahora; también a
algún que otro hombre ―la mayoría no estaba en casa a la hora de la emisión―. De
adolescente, seguí alguna que otra. Mis coetáneos se acordarán de la célebre, e
interminable, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ama Rosa</i>. A su imagen y
semejanza, vinieron después las telenovelas o culebrones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Abogo
por el audiolibro basándome en mi experiencia personal, que me ha permitido
apreciar las ventajas que representa, si lo comparamos con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grafolibro</i>, (perdón por el palabro). En
primer lugar, primerísimo diría, hace desaparecer las dificultades que ofrece
la lectura de lo escrito para muchas personas, jóvenes y mayores, como he
señalado arriba, las cuales creo que influyen tanto en el bajo nivel de lectura
en España y en todo el mundo en la actualidad; este factor es fundamental. En
segundo término, te permite </span><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">«</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">leer» mientras estás realizando
otra actividad cotidiana que no exija una gran atención, sobre todo las
domésticas, las de aseo, las de descanso diurno, aunque también algunas de las
exteriores como el ejercicio físico (a la intemperie o en el gimnasio), el
traslado a pie, los viajes, etc., etc. No pocos adolescentes se pasan las horas
con los auriculares en las orejas, oyendo su música preferida; los adultos se
aficionan más a los programas de radio. ¡Cuánto rentabiliza el tiempo tal simultaneidad!
También podrían </span><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">«</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">leer». Perdón por la
autorreferencia: yo me suelo beber entre dos y tres audiolibros al mes, sin
dejar de ejecutar otras tareas compatibles. En tercer lugar, resulta en general
más económica la audiolectura: ya he mencionado el abono mensual; también se
pueden comprar libros sin ser suscriptor, a precios que suelen oscilar entre
los 5 o 6 y los 15 o 16 euros. Por último, el sonolibro (otro palabro) no ocupa
lugar alguno, a diferencia de los voluminosos títulos a lo Ken Follett, tan de
moda. No hay ni que mencionar el beneficio que representa para las personas con
problemas de visión poder escuchar buenas grabaciones de literatura. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pensando
especialmente en los niños y adolescentes, tan aficionados a la técnica y los
artilugios en general, y tan perezosos para la lectura escrita, me parece que
constituye un gran factor de motivación el que alguien les cuente historias sin
tener que leerlas. Por otra parte, salvo las habilidades de descodificación
gráfica, todas las demás destrezas implicadas en la grafolectura y sus efectos
beneficiosos se dan también, sin duda, en la audiolectura. Sin menospreciar ni
mucho menos descartar el libro tradicional (en papel o electrónico), y sin dejar
de aconsejarlo en la educación en una proporción adecuada, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el audiolibro puede contribuir a elevar el
grado de afición y facilitar e incrementar la práctica de la lectura, cosa tan
deseable como descuidada en la formación escolar y en más hogares de los
deseables. ¡Cómo nos gustaría ―al menos, a mí― oír a niños de Primaria o
Secundaria dirigirse deseosos al profesor de turno en estos términos: </span><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">«</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pónganos
otro audiolibro para este trimestre. ¡Están chulos»! O pedirlos en casa para su
santo o cumpleaños o Reyes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">JOSÉ
ANTONIO RAMOS, 15.10.23<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-87367633745491336592023-09-28T10:11:00.001-07:002023-09-28T10:18:41.673-07:00LAS COMAS DE MUÑOZ MOLINA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-MoZ439-EYA0kFuRTGTR1BcWV1XQz_31l__2JDmlev9EEv7pk_hAJZSjAIXOWQK7INgiulBNKqyg8yKqjFDhpwqtB-3N7hYOjbZO7pz5jkrzDhafmzKfmbKJSSjTATAPl1UKLbuzF6AtndRPMbwdHf9ER8PUWNTaXhfsAGRqQdZBGyTAobugsR0D0ZfI/s240/MOLINA%20(1).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="240" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-MoZ439-EYA0kFuRTGTR1BcWV1XQz_31l__2JDmlev9EEv7pk_hAJZSjAIXOWQK7INgiulBNKqyg8yKqjFDhpwqtB-3N7hYOjbZO7pz5jkrzDhafmzKfmbKJSSjTATAPl1UKLbuzF6AtndRPMbwdHf9ER8PUWNTaXhfsAGRqQdZBGyTAobugsR0D0ZfI/w262-h262/MOLINA%20(1).jpg" width="262" /></a></div><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por
segunda vez<a href="file:///C:/Users/EQUIPO/Desktop/M%C3%8DOS/MU%C3%91OZ%20MOLINA%20Y%20LAS%20COMAS.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
tengo el honor de basarme en un texto del extraordinario escritor Antonio Muñoz
Molina para tratar sobre la coma. En este caso es un artículo de opinión suyo publicado
en la prensa diaria hace unas semanas, titulado «Pestilencia del crimen» (<i>El País</i>, 23 de septiembre de 2003,
sección <i>Las otras vidas</i>). Me centro
en tres usos que juzgo anómalos, repetidos, uno más que los otros, es cierto,
de manera sistemática a lo largo del escrito. Son los que detallo a continuación.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">1. Cito
la regla académica que importa en este primer caso, extraída literalmente de la
ortografía publicada por la institución (<i>Ortografía
de la lengua española</i>, Madrid, RAE, 1999), y luego copio los pasajes de
Muñoz Molina donde, según creo, se vulnera esa norma y, por tanto, se emplea
mal la coma. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 34pt; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">5.2.2.
Se usa coma para separar miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un
mismo enunciado, a excepción de los casos en los que medie alguna de las
conjunciones <i>y, e, ni, o, u</i>.
Ejemplos: <i>Estaba preocupado por su
familia, por su trabajo, por su salud. Antes de irte, corre las cortinas,
cierra las ventanas, apaga las luces y echa la llave. <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">No
son pocos los enunciados del artículo donde aparece la coma delante de “y” u
“o”, en contra del principio anterior, que excluye el signo en presencia de conjunciones
copulativas y disyuntivas: <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 17.0pt;"><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">«El olfato percibe lo que no llega a
advertir la mirada, y no precisa la lejanía del tacto, y previene de un peligro
que captaría demasiado tarde el paladar».</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 0cm 18pt;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">21 personas que hacían la compra o pegarle un tiro en la cabeza a un hombre
inerme que iba por la calle con su hijo de la </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">mano, o a un columnista</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> que volvía perezosamente de desayunar un domingo, con
una brazada de periódicos».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«Ahora este así llamado documental va a
presentarse con las galas propias del Festival de San </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">Sebastián, y
mucha</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> gente, sobre todo asociaciones de
víctimas, ha expresado su </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">protesta, y ha llegado</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> a pedir que se cancele ese estreno»</span><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«Jordi Évole apela a la libertad de
expresión</span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">, y argumenta</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> que
quienes rechazan de antemano su documental debieran esperar a verlo para dar su
opinión».</span><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«una novela mía, en la que había una
escena, cerca del final, en la que un terrorista dispara </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">a un
policía, y no se sabe</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> si lo
ha matado»</span><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 18pt; text-align: justify;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«Sobre esas personas es preciso que se
hagan </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">documentales, y que</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> se estrenen
con todos los honores en San Sebastián».</span><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
Real Academia contempla, no obstante, un caso de uso correcto delante de las
conjunciones citadas, especialmente “y”:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 42.55pt; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">Sin
embargo, se coloca una coma delante de la conjunción cuando la secuencia que
encabeza expresa un contenido (consecutivo, de tiempo, etc.) distinto al
elemento o elementos anteriores. Por ejemplo: <i>Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los
muebles, y quedaron encantados. </i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Si
no me equivoco, solo uno de los pasajes citados puede considerarse legitimado
por esta excepción; es el primero:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 17pt;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«El olfato percibe lo que no llega a advertir </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">la mirada, </span><span color="windowtext" style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[por tanto] /</span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;"> y no precisa la lejanía</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> del tacto, </span><span color="windowtext" style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[por tanto] / </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">y previene</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> de un
peligro que captaría demasiado tarde el paladar».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">2. Otra regla sobre la coma que he visto conculcada es
esta: </span><i><span face=""Arial","sans-serif""><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 48.2pt; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">5.2.1.
[…] Cuando los elementos de la enumeración constituyen el sujeto de la oración
o un complemento verbal y van antepuestos al verbo, no se pone coma detrás del
último. Ejemplos: <i>El perro, el gato y el
ratón son animales mamíferos. De gatos, de ratones y de perros no quiere ni oír
hablar.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">No
obstante vemos que, al menos una vez, el texto que analizamos se sale de la
norma: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Calibri","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">« Cada muerto, cada herido, </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="color: #943634; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">cada
superviviente, ha tenido</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"> una vida»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Calibri","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Calibri","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">3. Por último, en contra de los casos
anteriores, donde podría decirse que sobran comas, he apreciado varios en los
que faltan, de acuerdo con esta otra regla:
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 42.55pt; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">5.2.5.
Los incisos que interrumpen una oración, ya sea para aclarar o ampliar lo
dicho, ya sea para mencionar al autor u obra citados, se escriben entre comas.
Son incisos casos como los siguientes: a) Aposiciones explicativas. Por
ejemplo: <i>En ese momento Adrián, el marido
de mi hermana, dijo que nos ayudaría</i>. b) Las proposiciones adjetivas
explicativas. Por ejemplo: <i>Los vientos
del Sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes, incomodan a los
viajeros</i>. c) Cualquier comentario, explicación o precisión a algo dicho.
Ejemplos: <i>Toda mi familia, incluido mi
hermano, estaba de acuerdo. Ella es, entre mis amigas, la más querida. Nos
proporcionó, después de tantos disgustos, una gran alegría</i>. d) La mención
de un autor u obra citados. Por ejemplo: <i>La
verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades.</i></span><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 17.85pt;"><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">El siguiente enunciado creo que pide coma delante de “como”,
porque responde, seguramente, a más de uno de los modelos ilustrados por los
ejemplos de la Ortografía académica:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 18pt;"><span style="font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">«</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">No “contra la </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">violencia” como decían</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> sanitariamente algunos».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En el enunciado siguiente, hay varios incisos constituidos por
proposiciones subordinadas antepuestas, que, pese a estar en construcciones
sintácticamente idénticas, se puntúan de diferentes formas, todas erróneas,
según la regla anterior o las transcritas más arriba: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 17.85pt; text-align: justify;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">«</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Un día, este verano, en un restaurante de Mallorca, pedí el pescado del </span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">día y cuando me lo pusieron delante</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> el olor a
podrido me revolvió el estómago. Lo aparté a un lado</span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">, y cuando logré llamar la atención de un camarero
agitado y sudoroso, visiblemente desbordado por sus obligaciones,</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> me miró con
aire de sospecha</span><span style="color: #943634; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">, y al oír mi observación sobre el plato que él mismo me había servido puso
cara de contrariado,</span><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> casi ofendido».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #050505; font-family: Ebrima; font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Tal vez alguien podría acusarme de osado por intentar corregir a un
escritor de la talla de Muñoz Molina, con tan larga y brillante trayectoria y
con el mérito añadido de ser miembro de la Real Academia. Dicho así, tal vez lo
parezca, pero mi análisis me respalda porque creo que está suficiente y
claramente fundado. Desconozco los hábitos del gran novelista andaluz a la hora
de ponerse a redactar y el modo en que revisa sus textos, literarios o no,
antes de darlos a la imprenta. No sé si interviene un corrector, a su cargo o
contratado por las empresas editoriales con las que publica; en tal caso, los
errores señalados habría que achacarlos tal vez a este. Puede, por último, que
los escritos breves sobre todo, como el que me ha ocupado, se transfieran por
el autor al dictado mediante algún artilugio técnico de tantos como hoy se
dispone. Ojalá fuera así y yo pudiera quedar a salvo de acusar a uno de los
mejores novelistas actuales en lengua española. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #050505; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #943634; font-size: 12pt; text-align: right;">JOSÉ ANTONIO RAMOS</span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #943634; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-themecolor: accent2; mso-themeshade: 191;">28.923<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> </span></p>
<div><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoNormal"><a href="file:///C:/Users/EQUIPO/Desktop/M%C3%8DOS/MU%C3%91OZ%20MOLINA%20Y%20LAS%20COMAS.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 13.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">La primera fue con el artículo </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">«</span><i><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">Todo lo que era sólido</span></i><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">: una incoherencia ortográfica», inédito, 2016.<b><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><o:p> </o:p></p>
</div>
</div><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-19187201198919243572023-09-01T09:11:00.003-07:002023-09-01T10:29:55.749-07:00LA MAYORÍA POLÍCROMA<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiES262podkMpJpM2OpHa07a3V7RS1Fcc8SzolLBFTfUmkHDcD-hJdEu9UuC_LKLhDKBtDo9VWwJL-WHEOlHPsrvmyGouR2lezJvJjtCSIZ40Q43ohpVxdLiflAPp00Swju66S5d8G5q2-0hat3vDUMpue9VOZ6Qg_5Br0grc-0HDWPnsVGIWwtO97mcQQ/s275/PELEAS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="184" data-original-width="275" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiES262podkMpJpM2OpHa07a3V7RS1Fcc8SzolLBFTfUmkHDcD-hJdEu9UuC_LKLhDKBtDo9VWwJL-WHEOlHPsrvmyGouR2lezJvJjtCSIZ40Q43ohpVxdLiflAPp00Swju66S5d8G5q2-0hat3vDUMpue9VOZ6Qg_5Br0grc-0HDWPnsVGIWwtO97mcQQ/w427-h286/PELEAS.jpg" width="427" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Una encarnizada
pelea de gallos (y gallinas), una fuerte agarrada en la verdulería (con perdón
de los titulares), un fiero combate de boxeo, una lucha a muerte, una encendida
riña de patio de colegio, un periódico enfrentamiento de <i>hoolingans</i>… es lo que supongo les parecen los plenos de nuestro
Congreso de Diputados a los pacientes ciudadanos que suelen presenciarlos por televisión. Descalificaciones, insultos,
desprecios, rechazos, críticas cargadas de ofensivos ataques, burlas, sarcasmos…
se suceden en la mayor parte de las intervenciones de sus señorías cuando suben
al estrado. Muy pocas propuestas, muy
pocas valoraciones ponderadas, muy pocas actitudes de diálogo y muchísimas
menos señales de acercamiento en busca de consenso... Los adversarios se tratan
como enemigos mortales a los que hay que anular, machacar, silenciar,
desacreditar, abuchear, malinterpretar y parodiar, escarnecer… mientras más,
mejor, no importa de qué forma ni en qué términos. Por suerte para todos, no son
muchos los que siguen esas sesiones ni tampoco los que las recuerdan y/o las
tienen presentes a la hora de votar. Quizás deberíamos reflexionar un poco todos
y comportarnos de manera más consecuente, poniendo en marcha de modo colectivo
alguna providencia para denunciar, al menos eso, los hábitos de los que dicen
ser nuestros representantes, a los que incluso se les suele investir con el
preclaro título de Padres de la Patria. «¡Vaya padres tan faltuscos!», que
diría el castizo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Las
conclusiones de los estudios del discurso político, cada vez más numerosos y
detallados, parecen corroborar con datos, explicaciones y argumentos la
impresión de los asistentes a las sesiones parlamentarias arriba descrita. Cito
un párrafo de un excelente trabajo que, en su referencia genérica (es decir,
aplicable a cualquier parlamento), no deja lugar a duda: <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 42.55pt; margin-right: 19.85pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">«Según
Blas Arroyo (2001), el debate político cara a cara se convierte en una
"batalla" de argumentos contrarios entre dos o más interlocutores. El
arma principal de esta batalla es la agresión verbal, puesto que la victoria
consiste en anular el discurso de quien está enfrente defendiendo puntos de
vista diferentes. La probabilidad de que el discurso se convierta en un
intercambio "pacífico" de ideas contrapuestas con recursos que puedan
convencer al interlocutor se convierte en una táctica inválida en este tipo de
discurso, dado que se utilizan estrategias como la ridiculización, el amedrentamiento
y la invalidación de la imagen pública del adversario» (<a href="https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22012012000200010">https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22012012000200010</a></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">). <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: -.05pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
investigación no solo constata esa desagradable conducta, sino que parece
justificarla y considerarla incluso como algo normal, algo propio del carácter
de la discusión política, perfectamente aceptable: <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 42.55pt; margin-right: 19.85pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">«La
interacción parlamentaria es un choque no de propuestas personales, opiniones o
ideas, sino macroideas, mundos, sistemas de creencias, que se enfrentan en un
espacio donde todo está decidido y polarizado […]. En este entorno, la función
de los participantes también es fija, en virtud de lo que la sociedad haya
decidido: están en el gobierno (poder) o en la oposición. Las funciones de cada
grupo están perfectamente delimitadas y esto prevalece sobre el propio partido,
le concede un perfil. El miembro del gobierno presenta propuestas, defiende su
gestión, intenta convencer y se defiende de los ataques. El rol de la oposición
es atacar, denigrar la gestión del gobierno y pedir informaciones y
explicaciones. De entrada, pues, la descortesía está legitimada de la parte de
la oposición. Es su “labor de oposición” […]. En suma, en las preguntas orales,
hombres y mujeres recurren a la descortesía como arma para realizar su tarea de
oposición y crear una autoimagen, una identidad agresiva. El miembro del gobierno,
por su parte, usa al principio de su respuesta la cortesía o la indirección
para crear una imagen colaborativa, y luego en la defensa pasa al ataque» (<a href="https://www.um.es/tonosdigital/znum25/secciones/estudios-11c-catalina_fuentes,_(2013,_tonos_25).htm)">https://www.um.es/tonosdigital/znum25/secciones/estudios-11c-catalina_fuentes,_(2013,_tonos_25).htm)</a>.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> <a href="file:///C:/Users/EQUIPO/Desktop/M%C3%8DOS/LA%20MISI%C3%93N%20DEL%20PARLAMENTO.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Mencionaré
un tercer análisis que abunda en el asunto, en parecidos términos: <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 42.55pt; margin-right: 19.85pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">«Es
necesario señalar que los debates políticos televisados aceptan cada vez con
más normalidad las manifestaciones de insultos en sus emisiones, convirtiéndose
en un contexto en el que la descortesía desempeña un papel principal y no marginal
(Culpeper, 1996: 366). Esta afirmación se desprende de la tolerancia de los
moderadores y de las escasas reacciones que se producen para reparar su imagen
por parte de los hablantes ofendidos. Las reacciones que sí se producen se
basan especialmente en el contraataque al contrario, y en menor medida en la
defensa y la negación del ataque que se acaba de recibir. El insulto, expresado
especialmente por estructuras indirectas, se convierte, así, en un rasgo configurador
de los debates periodísticos de contenido político, dentro de su consideración
como espacios que fomentan la agresividad y la polémica». (<a href="https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/75361/1/DS4%284%29Gonzalez.pdf?sequence=1">https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/75361/1/DS4%284%29Gonzalez.pdf?sequence=1</a>)<span style="background: white;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No
sé si pareceré demasiado osado, o ingenuo, al expresar, después de estas citas,
una opinión propia, no totalmente coincidente. Parto del principio constitucional
de que el parlamento es una institución cuyo fin es generar leyes y normativas
de diverso tipo, destinadas a mejorar la situación del país en el momento presente
y de cara al futuro (podría ―quizás debería― concretar lo que significa para mí
«mejorar», pero no voy a hacerlo de momento. Remito al sentido común y la idea
general sobre el concepto). Para ello, entiendo que, dada la diversidad de
concepciones presentes en la cámara, con diferente respaldo numérico de
escaños, sus señorías disponen de dos posibilidades: a) acudir al procedimiento
de la votación, con la que los textos legales se aprueban o rechazan por mayoría
(permanente o circunstancial), b) negociar para llegar a unas formulaciones
consensuadas, que se suponen menos sesgadas, más aceptables por todos y, por lo
tanto, menos sujetas a rechazos o críticas posteriores, a enfrentamientos continuos,
tanto en el propio ámbito de las cámaras legislativas, como en los medios de
comunicación y en la calle. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Me
considero partidario de esta última vía. Por eso, soy de los que se escandalizan
cuando presencian las peloteras, entiendo ―siento― que vergonzosas, en los
plenarios, con cuya descripción iniciaba este artículo. Acepto la negociación
serena, detenida, en busca del acuerdo y el compromiso, donde todos cedan algo
para conseguir que todos o casi todos queden lo más satisfechos posible. Por
principio, defiendo esta estrategia en todos los contextos donde, de entrada,
no haya acuerdo. Pero también por razones prácticas: al analizar un problema,
al buscar una solución, al definir una senda de avance y desarrollo, al buscar
una mejora, para elegir una opción, etc., es bueno que se barajen diversos
enfoques, mientras más mejor; se tengan en cuenta varios puntos de vista, mientras
más, mejor; se sopesen distintos modos de análisis, mientras más, mejor, etc. Estoy
seguro de que el resultado será más adaptado a lo que se pretendía, más eficaz
la solución, más fructífera y duradera la mejora... También, en el caso de las
sesiones televisadas, habrá un efecto didáctico beneficioso para los televidentes
en sus interacciones cotidianas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si
afirmo, para terminar, que me sumo a la doctrina de que «la mayoría siempre
tiene razón», no se debe ver en ello una contradicción con lo que he defendido
en el párrafo anterior, supuesto que me refiero no a la mayoría monocolor, sino
a la que llamaré con la alegre y bella expresión «mayoría multicolor». O «mayoría
polícroma», me da igual. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
</p><div><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/EQUIPO/Desktop/M%C3%8DOS/LA%20MISI%C3%93N%20DEL%20PARLAMENTO.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<span style="font-family: georgia; font-size: xx-small;">Las ciencias de la comunicación
han acuñado unos sentidos de los términos «cortesía»
y «descortesía» que, si bien más
aquilatados, no difieren excesivamente de los que manejan los hablantes no
especialistas. Por eso no se entra aquí en sus respectivas definiciones expresas.</span></p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-family: georgia; font-size: xx-small;"><br /></span></p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-family: georgia; font-size: xx-small;"><br /></span></p>
</div>
</div><div><div id="ftn1">
</div>
</div><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-64861585827216072192023-08-22T04:01:00.002-07:002023-09-03T01:48:00.160-07:00EL REY DEL EUFEMISMO 1<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgW3FgjHRyMLUhC7FfxyVHDp-2sto6Ff1TycoAoZFC3x2lH3Rea7kvp2l7xYM8vOn4zC-CiXhqTr6zQ7jiAvju7BQfON_C5AJQQGKtVK2Fs6ZZg-XrE3ewHnLZ6-pElYaUsFgUxiTm5jaJ8K8eNpQ6Q4gPAT5_m1HsrMTtv5R6MinEbotbXvN5Ob1DXV0/s400/eufemismo%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="377" data-original-width="400" height="405" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgW3FgjHRyMLUhC7FfxyVHDp-2sto6Ff1TycoAoZFC3x2lH3Rea7kvp2l7xYM8vOn4zC-CiXhqTr6zQ7jiAvju7BQfON_C5AJQQGKtVK2Fs6ZZg-XrE3ewHnLZ6-pElYaUsFgUxiTm5jaJ8K8eNpQ6Q4gPAT5_m1HsrMTtv5R6MinEbotbXvN5Ob1DXV0/w429-h405/eufemismo%203.jpg" width="429" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div> <p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 19.85pt; margin-right: 19.85pt; margin-top: 0cm; margin: 0cm 19.85pt 10pt; text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 150%;">En la línea del reciente artículo
"Mentiras" de mi colega Claudio Repellón (</span></i><span style="line-height: 150%;"><a href="https://ramosjoseantonio.blogspot.com/2023/08/mentiras.html">AHÍ TE
QUIERO YO VER: MENTIRAS (ramosjoseantonio.blogspot.com)</a> </span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: x-small;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 150%;">y como secuela del mismo, inicio hoy
este repositorio de eufemismos malintencionados</span>. El título lo tomo
gratis de un comentario de prensa en que se ha bautizado así, “El rey del eufemismo”,
al partido político que actualmente más se lo merece. <br />Cada vez que tal organización
lance a la palestra uno nuevo, que será sin duda interesante, como todos los
que vienen adornando su buen decir, lo incluiré en esta página. Confío en que
no me dejará desprovisto de material retórico ese imaginativo grupo a las
primeras de cambio.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 150%;"><o:p><span style="font-size: x-small;"> </span></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Alivio penal</span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Expresión
que, por su significado, alusivo a la liberación de un dolor, un peso, un pesar
o, en este caso, una pena, e incluso por su agradable suavidad acústica, por
las eles, uve y enes (recuerde el lector aquello de “el ala aleve del leve abanico”
del gran Rubén Darío), viene que ni pintada para ocultar, enterrar, sustituir
al vocablo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amnistía</i>, para cuando se
esté hablando de los políticos catalanes cuyos delitos ―los que aún les quedan
después del la reforma legal que los descargó de algunos― tienen que ver con su
papel o su actividad pública; no abarca a todos los malhechores del nordeste
peninsular ni a los de cualquier otra región, claro, solo a esos. Para valorar
la calidad y la oportunidad ―y las consecuencias― del nuevo eufemismo, una vez
consagrada su función suplantadora, recordemos que la amnistía, léase "alivio penal", como mecanismo
legal, no comporta solo el perdón de una condena impuesta por los jueces, sino
también la anulación, el borrado de la propia acción ilegal, que desaparece de
toda memoria oficial, como si nunca se hubiera cometido. <o:p></o:p></span></p>
<iframe allow="autoplay" height="60" src="https://drive.google.com/file/d/1N4WcEWPN-x7VvHTDiS1VMLDCLrCNGggA/preview" width="200"></iframe>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-76502076756252403382023-07-12T05:21:00.001-07:002023-07-12T05:35:27.691-07:00PAELLA CÓMODA<p> <span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 150%;"><b>José</b></span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><b> A</b><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><b>ntonio Ramos</b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPTS7Kp0Noa0dWaKUzGMe_tErE-FAEd9QfoytAuK_hZxZMoikMwq-j89qHCfMDU41Glaj1bNDu7sREpRax_t9GpXBqUYE_BQaQTt9NCycB1DyjFNmFmsy9nlW_ResEIf4tUPE8tXJ9Sh-vEw0x8Ux5vVH_JttOITf_lPqW_R-JXMBXuGXl-Ri0H32q29M/s4160/IMG_20230628_151542.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="284" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPTS7Kp0Noa0dWaKUzGMe_tErE-FAEd9QfoytAuK_hZxZMoikMwq-j89qHCfMDU41Glaj1bNDu7sREpRax_t9GpXBqUYE_BQaQTt9NCycB1DyjFNmFmsy9nlW_ResEIf4tUPE8tXJ9Sh-vEw0x8Ux5vVH_JttOITf_lPqW_R-JXMBXuGXl-Ri0H32q29M/w379-h284/IMG_20230628_151542.jpg" width="379" /></a></span></div><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Dicen
que la carencia aumenta el deseo, que nada ansías más que lo que tuviste y ya
no tienes. Eso lo comprobé hace unos días, mientras estaba de vacaciones en un
lugar de la playa onubense. Por diversos motivos, llevábamos mi familia y yo
sin comer paella en restaurante o chiringuito varias semanas y la echábamos de
menos. Ayudaban aquel ambiente veraniego, aquel paisaje marítimo, aquel cúmulo
de terrazas a la sombra, donde iban y venían cervezas heladas y frescos tintos
de verano, sardinas asadas y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pescaíto</i>.
Tal vez tenemos asociado el rico plato valenciano, ya universal, al tiempo de
vacaciones, entregados a la arena y el remojón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Preguntamos
dónde podríamos degustar una buena paella y nos aconsejaron un restaurante
llamado </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
Bocana». Ningún nombre más apropiado. Con una amplia terraza, estaba situado en
una de las orillas de un ancho entrante o especie de ría del Atlántico, con
pequeñas calas para no más de cinco o seis bañistas cada una. Un azul brillante,
intenso, y una agrupación de embarcaciones de recreo componían el fondo de
escenario del lugar a la intemperie donde nos sentamos. Por suerte, ese día acariciaba
la atmósfera circundante una suave y fresca brisa marina, que nos hizo
especialmente gratos la estancia y el almuerzo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Al
leer la carta de comidas, observamos que ofrecía varios tipos de paellas. Una,
que nos llamó especialmente la atención, se ofrecía con el marisco ya pelado y
las almejas sin cáscara. Al señor que nos tomó la comanda le indicamos que nos
habíamos decidido por esa; así nos ahorraríamos la operación manual de despojar
de su caparazón todos y cada uno de los diversos animalillos que poblaran la
fuente. Mientras tomaba nota, creí oír que el camarero pronunciaba la palabra </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">señorito».
No lo entendí, aunque me abstuve de preguntar. Descarté, por lingüísticamente improcedente
y por absurdo, que se tratara de un uso diminutivo de </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">señor»,
término con el que en situaciones como la descrita se suele tratar al cliente. Sin
más reflexión, me sumé a los que ya se centraban en el condumio, riquísimo por
cierto, y no le di mayor importancia al hecho. Elogiamos, eso sí, como un gran
acierto haber optado por tan cómoda paella, que pudimos llevar a la boca sin
obstáculo, con la simple ida y venida del tenedor, cargado en cada palada de
arroz y tropezones. Merecía la pena, a pesar del complemento de 3 euros que
tendríamos que pagar.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5GBihBfqVbqvW0mH6kUDC_2HRXlyCZk645BVXU8L-KvDtO7V_SxoyOiRlsh8U3-5XlKMFw2LUImNhx97wJTzu1lj5M_FNcmezEjjK2waL0wpeg2QuCN2YJxg5ZZlUOxAf4JuQMTUP_KgoZDzLvBkuj-CMSzaYaEW7HJko3llwuzkGBhSC-w2zO4Ey4Mc/s900/arroz-senyoret-senorito-plato1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="900" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5GBihBfqVbqvW0mH6kUDC_2HRXlyCZk645BVXU8L-KvDtO7V_SxoyOiRlsh8U3-5XlKMFw2LUImNhx97wJTzu1lj5M_FNcmezEjjK2waL0wpeg2QuCN2YJxg5ZZlUOxAf4JuQMTUP_KgoZDzLvBkuj-CMSzaYaEW7HJko3llwuzkGBhSC-w2zO4Ey4Mc/s320/arroz-senyoret-senorito-plato1.jpg" width="320" /></a></span></div><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /> <o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Concluyó
el almuerzo sin postre, pues lo tomaríamos, como solemos, en una heladería. Me
trajeron la cuenta y, al revisarla, me sorprendieron un par de palabras, entre
ellas </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">señorito»
otra vez, que acompañaban a la denominación de la variedad de paella consumida.
Decía: </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Paella
gandul / señorito». Nos asombramos, reímos la ocurrencia designativa y abonamos
el total.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj55_DE54wH9QJAVCGh-_uXbtJYapCeNsLENiObxVPqxcrj616uQbonhIQ2zapaFoO-FiMt6yGJCUNjvA6BJK4P2Dqq5DnzJOIyviK_4ZpOSfeQBCx3WKzhKZ3W5E7d123Qvyo7NuNva39lisnxv8FvscF00M8sss6ln91waS2mz2ijln7Jy-NXIY_BSrE/s4160/IMG_20230712_135823.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj55_DE54wH9QJAVCGh-_uXbtJYapCeNsLENiObxVPqxcrj616uQbonhIQ2zapaFoO-FiMt6yGJCUNjvA6BJK4P2Dqq5DnzJOIyviK_4ZpOSfeQBCx3WKzhKZ3W5E7d123Qvyo7NuNva39lisnxv8FvscF00M8sss6ln91waS2mz2ijln7Jy-NXIY_BSrE/s320/IMG_20230712_135823.jpg" width="240" /></a></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">De regreso a la sombrilla,
pude encontrar una justificación al primer uso del diminutivo por parte del
camarero. Y fijarme con atención y tratar de encontrar una explicación al
emparejamiento como sinónimos de «señorito» y «gandul». No tardé mucho en ello,
una vez que me vino a la memoria un artículo que escribí hace unos años,
titulado «Señorita Trini», que incluí en mi libro digital <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Cómo dice que dijo? </i>(Antequera, 2017, pp.64-69,</span><span face=""Arial","sans-serif""> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: xx-small;"><a href="https://drive.google.com/file/d/1cH6XSUmQQBINtxxSiTny-E4J3nE250p-/view?ths=true">https://drive.google.com/file/d/1cH6XSUmQQBINtxxSiTny-E4J3nE250p-/view?ths=true</a>)</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: xx-small;">. </span><o:p style="font-size: 12pt;"></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Versa sobre esa fórmula de
tratamiento, con la cual Alfonso Guerra se refirió en una ocasión, meses antes,
a su compañera de partido Trinidad Jiménez con no poca mala uva. Ella se mostró
muy ofendida y respondió airada. ¿Por qué? Porque entendió que la había motejado
de holgazana, vaga,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>perezosa…, que es el
valor que se le da al vocablo con mucha frecuencia en Andalucía, con el permiso
de la Real Academia, naturalmente. El señor Guerra enseguida buscó y encontró
una coartada: no es ofensivo dirigirse con la palabra </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">señorita»
a una mujer soltera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pues
este y no otro vi que es el motivo por el que en el léxico de </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
Bocana» a la paella en cuestión la denominen, muy justificadamente,</span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> «</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">(para)
gandul / señorito», no sin su pizca de gracia e ingenio, pues supone una
trasposición retórica del producto al comensal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">En
nada empece mi disquisición el que, a la vuelta de vacaciones y tras breve
búsqueda y consulta, descubriese que en la cuna de la paella, esto es, en la
región valenciana, denominan al plato que consumí en Huelva </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">arroz
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">senyoret</i>». Ahora, lo que
corresponde preguntarse es si lo de </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">gandul»
es un añadido netamente andaluz o no. E imaginar que, si la señora Jiménez y el
señor Guerra hubiesen sido alicantinos, por ejemplo, este se hubiese dignado
dirigirse a aquella como </span><span face=""Calibri","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">«</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">senyoreta Trini» para
violentarla lo mismo.<o:p></o:p></span></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-81671666012875417722023-07-11T01:33:00.002-07:002023-07-11T01:37:44.160-07:00¡UNA BANDA, POR DIOS!<p> <span style="font-size: medium;">José Antonio Ramos </span></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSwBuVu6Xf3PgLtqVz26meXNbPNVDYhyTOaw5TJUnhC6cEBf7bYY5yGeS6YtlWFgZxTitdHqjBzKD-SRJhx6IPbpmgsmikXSrqpHXCkWu86SXpFiTFU4j0VjKWKPy8vbR1irVxFUNPTpfMOmzmS-OU7Fca0Rpx0Yf9O27HtYjMAcMiBrpDRLjM8TCTxbk/s880/3eeddd62-98ee-4c58-b2a4-a82766aa5afd_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="495" data-original-width="880" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSwBuVu6Xf3PgLtqVz26meXNbPNVDYhyTOaw5TJUnhC6cEBf7bYY5yGeS6YtlWFgZxTitdHqjBzKD-SRJhx6IPbpmgsmikXSrqpHXCkWu86SXpFiTFU4j0VjKWKPy8vbR1irVxFUNPTpfMOmzmS-OU7Fca0Rpx0Yf9O27HtYjMAcMiBrpDRLjM8TCTxbk/w422-h238/3eeddd62-98ee-4c58-b2a4-a82766aa5afd_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" width="422" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Solo
he visto una procesión la pasada Semana Santa de Antequera: la última cofradía,
la que suele cerrar el calendario de desfiles, esto es, el Cristo Resucitado. Y
fue por puro azar. Me encontré el paso al desembocar yo a calle Cantareros
desde Toronjo, después de efectuar unas compras. O sea, la última y por
casualidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Desde
hace unos años, mi interés por los desfiles ha menguado considerablemente.
Puedo decir que llega ya a la mínima expresión, consistente en la vega del
viernes y, sobre todo, las bandas de música. Poca cosa, lo sé, pero es lo que
hay. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Bien,
pues en la esquina de la calle Toronjo, aguardé a pie firme el transcurrir de toda
la fila de personajes que precedían y acompañaban a la imagen del Resucitado, hasta
que llegó la música, que cerraba el desfile. Claro, ahí estaba lo mío. ¡Una
banda extraordinaria! Pregunté a una jovencísima clarinetista en una pausa y me
informó del nombre, que he olvidado, y de la procedencia: el cercano pueblo de
Casabermeja. ¡Qué bien tocaban esos músicos, pese a la corta edad de la
mayoría, apenas adolescentes! Más aún: mientras avanzaba Cantareros adelante,
pude disfrutar de una recepción optimizada, gracias a las excelentes virtudes
acústicas de esa vía, portentosa caja de resonancia gracias a los edificios,
más bien elevados, y al cierre superior de toldos. La marcha que tocaban
adquiría una sonoridad grandiosa, que incluso se expandía en forma de eco a
medida que el sorprendente conjunto instrumental se alejaba.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">De
regreso a mi domicilio, muy impresionado pues la música me apasiona, no pude
menos de felicitar para mis adentros a esa localidad vecina por el conjunto de metal,
madera y percusión que se ha conseguido allí formar para disfrute de autóctonos
y también de comarcanos. Inmediatamente después, por rebote, me sobrevino un
pensamiento revestido de malestar e incluso de indignación: «¡Y Antequera, toda
una ciudad, sin una banda de música!». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">¿Por
qué Antequera no tiene una banda? Me imagino que muchos paisanos se habrán
hecho esta misma dolorida, quejumbrosa pregunta, sin poder responderse, como
yo, de manera cabal y razonable. Una vez me atreví a formularla en los aledaños
del poder político municipal y se me contestó que el motivo era económico, pues
sale más barato contratar una formación de cualquier otra localidad que tener
una propia. Puede que sea cierto, pero me resulta tan débil criterio el
puramente dinerario, tratándose de un bien cultural como la música... <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">¡Cuánto
hemos perdido! Los de mi generación e incluso los de otras próximas aún recordamos
aquellos pasacalles que abrían armoniosos, alegres, las mañanas de todos los
días de feria; los acompasados pasacalles con motivo de cualquier celebración o
festividad; el acompañamiento, luctuoso pero solemne y pleno de elevación, de
los tronos de la Semana Mayor; la actuación en las corridas de toros; los
memorables conciertos dominicales en el recinto del paseo ―hace poco
reconstruido, no sé para qué―, en los cuales muchos niños y jóvenes nos
iniciamos en el deleite del pasodoble, de la zarzuela, ¡música grande!, del
vals, de la jota, del chotis… y, en general, en el gusto por la buena música. Acudíamos
sobre la una de la tarde, antes de almorzar, a disfrutar, en un marco natural maravilloso,
de los sones de nuestra banda antequerana y hasta de la visión y audición
cercana de los instrumentos, que ―al menos a mí― nos llamaban tanto la atención.
Hubo unos años, no tan lejanos, en los que el concejal responsable tuvo la
feliz idea de organizar actuaciones de la banda en los barrios, por los que iba
rotando con una determinada periodicidad. <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">¡Cuánto
hemos perdido al desaparecer la banda! Y solo por una cuestión de ahorro, de
recorte monetario, de control de gasto. ¡Puaf! Por unas monedas también se
vendió a Cristo. Apelo a la ciudad, a las autoridades. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Tenemos
la Escuela de Música, tenemos el conservatorio. Estupendo, pero no basta. ¡Una
banda, por Dios, una banda!<o:p></o:p></span></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-87474330088674988862022-03-15T06:12:00.005-07:002022-03-16T06:09:30.685-07:00LA ZAPATILLA<div style="color: #cccccc; font-family: Interstate, "Lucida Grande", "Lucida Sans Unicode", "Lucida Sans", Garuda, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 10px; font-weight: 100; line-break: anywhere; overflow: hidden; text-overflow: ellipsis; white-space: nowrap; word-break: normal;"><a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title=".">.</a> · <a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4/zapatilla" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title="LA ZAPATILLA">LA ZAPATILLA</a></div><div style="color: #cccccc; font-family: Interstate, "Lucida Grande", "Lucida Sans Unicode", "Lucida Sans", Garuda, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 10px; font-weight: 100; line-break: anywhere; overflow: hidden; text-overflow: ellipsis; white-space: nowrap; word-break: normal;"><a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title=".">.</a> · <a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4/zapatilla" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title="LA ZAPATILLA">LA ZAPATILLA</a></div><div style="color: #cccccc; font-family: Interstate, "Lucida Grande", "Lucida Sans Unicode", "Lucida Sans", Garuda, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 10px; font-weight: 100; line-break: anywhere; overflow: hidden; text-overflow: ellipsis; white-space: nowrap; word-break: normal;"><a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title=".">.</a> ·</div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTBuCWGiclDoHGwmyi5N7AvOrFsg2AKLEAj_nm7mjLwKfDre2cKE1XDKOoOkil3sRynmtA8xFcrQDSNwMPJZaWj3e1ExYYlECJlgi6dJS23VLImyYPD3vM2_VgNQUpTmHBjabuE-Xfhmrs_uekSd0vH-OZHlUymcfuyhJcbn8DdfBpvf_RmBkG_-1m/s500/pexels-photo-2345293.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTBuCWGiclDoHGwmyi5N7AvOrFsg2AKLEAj_nm7mjLwKfDre2cKE1XDKOoOkil3sRynmtA8xFcrQDSNwMPJZaWj3e1ExYYlECJlgi6dJS23VLImyYPD3vM2_VgNQUpTmHBjabuE-Xfhmrs_uekSd0vH-OZHlUymcfuyhJcbn8DdfBpvf_RmBkG_-1m/w195-h195/pexels-photo-2345293.jpeg" width="195" /></a></div></blockquote><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><iframe allow="autoplay" frameborder="no" height="80" scrolling="no" src="https://w.soundcloud.com/player/?url=https%3A//api.soundcloud.com/tracks/236916588&color=%23ff5500&auto_play=true&hide_related=false&show_comments=true&show_user=true&show_reposts=false&show_teaser=true" width="100%"></iframe><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU3bc8W9I9nryB_ILQaI2WCZGhwx0UBsDFj1ORYccV92EVApBkKcfegQUeGo2DFJvfB9x9wcswZeEjxCIHoXFPjAGLc-iskaoR3l1mmMFZuKsk8uEEJzoa64ELKHxBtgVcnwfR9DcJnK5E4Ccz8yk8yTWxL2HmlKzsoQaomoL4uENj3gI5bwS4BDH1/s906/LA ZAPATILLA, 34,jpg.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="706" data-original-width="906" height="498" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU3bc8W9I9nryB_ILQaI2WCZGhwx0UBsDFj1ORYccV92EVApBkKcfegQUeGo2DFJvfB9x9wcswZeEjxCIHoXFPjAGLc-iskaoR3l1mmMFZuKsk8uEEJzoa64ELKHxBtgVcnwfR9DcJnK5E4Ccz8yk8yTWxL2HmlKzsoQaomoL4uENj3gI5bwS4BDH1/w640-h498/LA ZAPATILLA, 34,jpg.jpg" width="640" /></a></div><br /> <p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-10604132273342861612022-02-04T01:02:00.001-08:002022-02-04T01:02:41.488-08:00FELICIANO (canción popular antequerana)<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj46HIUAmCuYEG1KNSUaoO7TlZWwdM2ZuZ89uI9KcKoecwhz38jggs4Mit-JET0BK0MTewPpb44WUA-qQv1TUrgi84rf4B-CjFNdYGnXZEQXSUbyCkt7mPsrkD_Kdmo4-r67jtwAkW9e4KkP09xnEruDSMXs5z8JTsxi0u2UW2pIrpzuGL-_lN3e6vn=s1300" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1300" data-original-width="867" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj46HIUAmCuYEG1KNSUaoO7TlZWwdM2ZuZ89uI9KcKoecwhz38jggs4Mit-JET0BK0MTewPpb44WUA-qQv1TUrgi84rf4B-CjFNdYGnXZEQXSUbyCkt7mPsrkD_Kdmo4-r67jtwAkW9e4KkP09xnEruDSMXs5z8JTsxi0u2UW2pIrpzuGL-_lN3e6vn=s320" width="213" /></a></div><br /><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dz-JlZXq4HzOIEUD4a1zP8Brs1gyzmc4eb1QBpSNcR0Mu6NvM5cf4t3RLAvlipfA8RiXI3Q2sVQFdhXroqn8w' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><p></p><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj25ufCS9l0Ezsn2Z_Q8iqc-3Agz6cJ0P2-XPCV6Msl53hIJ7muUv5NGI-lrQaypWlgXfRCCf1Ux-anaIyF_KEeuhZKCdnHgW_FX4FAw0_UdW4fdWobYA3Ahyf20LhbcNgb3Vs8vpGGbqYQaVkbw4_0SrT-AcsmSr8nw7Q0kPjf3muPTrIguZBR4G4k" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="908" data-original-width="904" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj25ufCS9l0Ezsn2Z_Q8iqc-3Agz6cJ0P2-XPCV6Msl53hIJ7muUv5NGI-lrQaypWlgXfRCCf1Ux-anaIyF_KEeuhZKCdnHgW_FX4FAw0_UdW4fdWobYA3Ahyf20LhbcNgb3Vs8vpGGbqYQaVkbw4_0SrT-AcsmSr8nw7Q0kPjf3muPTrIguZBR4G4k=w637-h640" width="637" /></a></div><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-41118238856340213502021-04-08T05:23:00.005-07:002021-04-08T05:36:18.944-07:00PREGUNTAS SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA (VI)<p> <span style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">Continúo con este la serie de textos en los que me hago preguntas que creo que mucha gente se plantea en relación con la música clásica. Preguntas seguidas de sencillas respuestas, aptas para la comprensión inmediata de cualquier lector sin una preparación especial. Añado unas direcciones de sitios de internet con grabaciones que ilustran lo expuesto.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;">______________________________________________________________</p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"> </span><b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Pregunta 6</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> ¿Hay que saber música para entender y apreciar la música clásica?</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"> La respuesta a esta pregunta es sí,
algo hay que saber de música para disfrutar de la audición de obras clásicas.
Yo diría que incluso de obras musicales en general. Y ¿qué es necesario conocer
y con qué profundidad? Esto requiere una explicación pormenorizada, que es lo
que quiero exponer a continuación.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN7iXeMqZbcNIk8q-CBnyhTOBHw09lURVB_QZT7gL4x6ToSl3pTA5CHmuE2c09Sju-EiaAbOhB_7OFsaIbNesdSd5lc5Fs53_K40j4YURUcoZei-DLbG9wPqEOV5qJoQQeJhW_lvLjRxA/s800/2492526932_b17707b0c1_c.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="776" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN7iXeMqZbcNIk8q-CBnyhTOBHw09lURVB_QZT7gL4x6ToSl3pTA5CHmuE2c09Sju-EiaAbOhB_7OFsaIbNesdSd5lc5Fs53_K40j4YURUcoZei-DLbG9wPqEOV5qJoQQeJhW_lvLjRxA/s320/2492526932_b17707b0c1_c.jpg" width="320" /></a></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"> Lo primero es definir detenidamente
el concepto básico ‘saber música’. En la vida cotidiana se entiende que
consiste en poder leer una partitura. Y, en efecto, ese es un aspecto
importante de la formación musical, pero no el que más, si se trata de ser
solamente público o receptor, oyente. Para tal función no se precisa el solfeo,
aunque nunca está de más. Ahora bien, cuando hablamos de compositores o de intérpretes,
ya es otra la cuestión: en tal caso, sin ser absolutamente necesario siempre,
sí que conviene desenvolverse con soltura en el lenguaje musical escrito por
ser muy útil como recurso. Aunque, muchas veces, depende de la obra y del
instrumento, y de la índole del ejecutante. Pensemos en «la 40» de Mozart:
sería casi imposible que, en un período de tiempo razonable, la preparara y tocara
una orquesta donde los músicos no fueran lectores cualificados. Quiero citar, sin
embargo, el nombre de un compositor e intérprete magistral que, pese a todo,
creo que nunca aprendió a leer las notas: me refiero a Paco de Lucía. Según se
dice, L. Pavarotti, un tenor tan eximio, tampoco fue lector de pentagramas, al
menos en una primera etapa de su carrera. Artistas así deben compensar su falta
con un oído y una memoria extraordinarios. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"> Por lo que toca a los oyentes, que
es en lo que me quiero centrar, si algo han de aprender de música, no se trata
en esencia de descifrar partituras. La competencia del oyente consiste en
‘saber escuchar’ y no tanto en ‘saber leer’. Y ¿en qué consiste eso de saber
escuchar? En síntesis, radica en una serie de nociones, habilidades y actitudes
musicales de carácter específico; su posesión, como otras facultades de los humanos,
creo que tiene algo de innato. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"> En efecto, cuando el bebé se
embelesa con una nana, hace palmitas para marcar el ritmo de una canción que
escucha…; cuando, después, ensaya unos pasos de baile, canta, se emociona con
una melodía que desea escuchar una y otra vez, etc., está poniendo en juego su
capacidad de aprender a escuchar y la está cultivando, desarrollando, al mismo
tiempo. Son destrezas acústicas, como discriminar la música del simple ruido o
del habla humana, diferenciar timbres, identificar melodías agradables y
desagradables, hacerse con el ritmo, y también desarrollar actitudes positivas
hacia la música, configurar el propio gusto, así como un concepto elemental de
cómo están construidas las obras musicales. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"> Todo ello, en un grado elemental, correspondiente
al nivel de complejidad y novedad u originalidad, no muy alto, que presentan
las obras infantiles en particular y la música popular, ligera, en general.
Ocurre lo mismo con la lengua y la comunicación humana, cuyos componentes
básicos, léxicos y constructivos, ya encontramos en la competencia infantil. Y,
lo mismo que esta va progresivamente enriqueciéndose con nuevas aportaciones de
todo tipo, paralelas al nivel y el carácter de las producciones a las que el
niño esté expuesto (y a la acción educativa, imprescindible), las capacidades
de audición y aprecio musical crecen y se diversifican con la escucha, tanto
pasiva como activa (análisis, aun somero) y el apoyo y guía didácticos, bien
secuenciados.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2QuRi3XcZB5KuDHJxOymyjn6t05iLLssRhedzNEvFihfOG47E63bbWwjpIiaGH059ty_KwDBIsX9soNWKUbmxO1d3W7YxV71wYmiAYS8OsTO1eisIL1jSYu2UDdeTCH7Xf7YMTGE-aO4/s800/SABER+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="531" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2QuRi3XcZB5KuDHJxOymyjn6t05iLLssRhedzNEvFihfOG47E63bbWwjpIiaGH059ty_KwDBIsX9soNWKUbmxO1d3W7YxV71wYmiAYS8OsTO1eisIL1jSYu2UDdeTCH7Xf7YMTGE-aO4/s320/SABER+1.jpg" width="320" /></a></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"> Si tuviera que destacar qué ámbito
de la competencia musical debe encomendarse a la educación explícita y cuidarse
especialmente, diría que es la forma o modo como están construidas las obras,
su estructura, su tejido, su arquitectura. Con ello me sitúo, en parte, en el
campo de la armonía. Así, por ejemplo, poder percibir varias voces en un dúo o
trío, y distinguirlos de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tutti </i>coral
u orquestal, ser consciente de cuándo se está ante un pasaje de contrapunto o
de homofonía, apreciar ligereza, gravedad, fastuosidad, melancolía, gozo… en
una pieza o segmento musical, así como la relación entre un estribillo (o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ritornello</i>) y las estrofas, la
diferencia entre un himno y un vals, un aria y un recitativo, las cuerdas, las
maderas, los metales, la percusión, etc., etc.; más aún, tomar conciencia de
cuándo se está oyendo una frase temática y cuándo suenan variaciones de
cualquier tipo (melódicas, armónicas, tímbricas, rítmicas…) o cuándo y cómo se
suceden momentos de tensión y de distención sonora, los adornos, las
articulaciones, las modulaciones o cambios de tonalidad, el no perder nunca,
más bien al contrario, el poder de emocionarse con la música, etc., etc. No es
poco, pero bien ordenados estos y otros saberes, destrezas y actitudes en
programas escolares o en centros de formación especializados, no creo que
resulten gravosos en exceso y, en cambio, serán muy fructíferos. Estoy
convencido.</span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm; text-align: right;"><span style="font-family: helvetica;">JOSÉ
ANTONIO RAMOS</span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-right: 0cm; text-align: right;"><span style="font-family: helvetica;">8.4.21</span></p><br /><p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-23035373302153616812021-03-18T12:52:00.003-07:002021-03-19T07:01:40.467-07:00PREGUNTAS SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA (V)<p style="text-align: justify;"> <span style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">Continúo con este la serie de textos en los que me hago preguntas que creo que mucha gente se plantea en relación con la música clásica. Preguntas seguidas de sencillas respuestas, aptas para la comprensión inmediata de cualquier lector sin una preparación especial. Añado unas direcciones de sitios de internet con grabaciones que ilustran lo expuesto.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;">______________________________________________________________</p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"> </span><b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Pregunta 5</span></b><span style="font-variant-caps: small-caps; text-indent: 0cm;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> ¿Por
qué bastantes piezas musicales del período barroco parecen surtidores que, una
vez abierta la llave, liberan caños de agua infinitos, en este caso sucesiones
eternas de notas y más notas sin pausa?</b><span style="text-indent: 0cm;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD3Nw08J_PUpP64QkHioAwb8IFHH1S9lwONqdCOcF2dVhcoHKjD3D6clI5MYEbEQWEXuKg7jtrZNqBo000mIz3Jd0LGRBBEs80AxT1y3X6lWKo_OalNsfnFl_0bWiFCoBrbWuVyWoXz3w/s512/invencion.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="362" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD3Nw08J_PUpP64QkHioAwb8IFHH1S9lwONqdCOcF2dVhcoHKjD3D6clI5MYEbEQWEXuKg7jtrZNqBo000mIz3Jd0LGRBBEs80AxT1y3X6lWKo_OalNsfnFl_0bWiFCoBrbWuVyWoXz3w/s320/invencion.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Puede que a muchas personas se
les representen así no pocas obras instrumentales e incluso vocales del
Barroco. Si no le ha ocurrido, escuche el lector estas, del más
grande músico de la época (y uno de los más importantes de todos los tiempos), teniendo en la mente la imagen de la fuente
perpetua que he mencionado en la pregunta:<span style="text-indent: 35.4pt;"> </span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=On6DCAN0Ass">https://www.youtube.com/watch?v=On6DCAN0Ass</a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=ZdCuA7SbzaM&list=RDMM&index=25">https://www.youtube.com/watch?v=ZdCuA7SbzaM&list=RDMM&index=25</a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=vuPr9m98XQQ&list=RDvuPr9m98XQQ&start_radio=1&rv=vuPr9m98XQQ&t=137">https://www.youtube.com/watch?v=vuPr9m98XQQ&list=RDvuPr9m98XQQ&start_radio=1&rv=vuPr9m98XQQ&t=137</a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">¿No da la impresión de que el
caudal de notas, que se suceden interponiéndose y a veces casi tropezando unas
con otras,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no va a acabar nunca? ¿No tenemos
la sensación de que el curso de la música avanza y avanza hasta el agotamiento?
¿A qué se debe este fenómeno? </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Traigo aquí, para comenzar una
explicación, el concepto de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">frase</i> en
música. Es una secuencia melódica (de notas) o armónica (de acordes), generalmente
breve,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con un principio y un fin
reconocibles, y una unidad y cohesión interna. Algunos también la llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">motivo</i>. Un ejemplo muy fácil que todos conocen:
el ta-ta-ta-tá de la Quinta Sinfonía de Beethoven puede considerarse una frase.
En la teoría musical se distinguen y definen los diferentes tipos de frases,
sus características, sus respectivas funciones, etc., etc., pero no es el caso detenerse
aquí con esos detalles. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Sírvanos la noción de frase para
recordar lo que era un principio estético del Barroco musical: consistía en la
construcción de frases melódicas muy breves, apenas de más de dos o tres
compases, que se repetían, una tras otra, con leves variantes de distinto tipo.
Así, si uno mira una partitura, percibirá una hilera de frases, más iguales que
diferentes, con un determinado patrón de variación, hilera que podría no acabar
nunca. Vamos a suponer que esta es una frase: do-re-mi-do. La siguiente puede
ser re-mi-fa-re, y la siguiente será mi-fa-sol-mi, y así hasta que se acaben
las teclas del clavicémbalo, momento en el que podemos iniciar el descenso tono
a tono; a continuación, sin solución de continuidad, puede aparecer otra frase y
otro esquema de variación… Dicho todo esto, tal vez les apetezca volver a
escuchar un fragmento de las piezas arriba direccionadas para comprobarlo. Andando
el tiempo, unos tres siglos después, una corriente musical (y artística, en
general) basará su estilo también en la repetición, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">minimalismo. </i>Lejos de mí, no obstante, la tentación de equipararlos,
una vez apuntada cierta similitud. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
peculiar diseño constructivo barroco tiene otro efecto, que es la apariencia de
un progresar mecánico, cercano al que podría desarrollar una máquina a la que
se le introdujeran las órdenes pertinentes, es decir, un tipo de frase y un
patrón de variación. Naturalmente no es así en la realidad de la creación
musical barroca. ¡Cómo podríamos equiparar a meros impulsos mecánicos la
poderosa mente y la inigualable fuerza artística, plenas de originalidad y
belleza, de aquella pléyade de genios que fueron los compositores barrocos!
Hablaba yo de una mera impresión, desechable en cuanto se profundiza un poco
más. El artista, el verdadero artista, sabe y puede dar lugar a incomparables
obras, aun siguiendo cauces, normas y directrices, que siempre ha habido, en
todas las épocas, aunque diferentes en cada momento. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hay
otro aspecto de la música barroca que también contribuye a esa fisonomía de
discurso interminable que vengo señalando. Es la técnica compositiva del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">contrapunto</i>. Se da en obras donde hay
más de una voz o instrumento. Consiste en que una línea melódica es acompañada
por ella misma (a destiempo) o por otra u otras, interpretadas cada una por
voces o instrumentos distintos. Se opone a lo que muchos llaman la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">armonía</i>, en la que una línea vocal o
instrumental gana preeminencia sobre las demás, las cuales forman los acordes que
sustentan a aquella, como acompañamiento de fondo. El contrapunto estuvo muy de
moda en la creación musical de los siglos XVI y XVII, hasta el período clásico
(s. XVIII) y posteriores, en el que se prefirió la segunda opción, que prestaba
más claridad a la arquitectura compositiva y facilitaba la comprensión por
parte del oyente, lejos de los enredos y las filigranas contrapuntísticas, que
exigían tanta maestría en el músico como agudeza de oído en el público. Ambas
modalidades han convivido desde entonces y se tienen como recursos cuya
aplicación depende de cada compositor y obra. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
contrapunto obedece, en cierto sentido, al mismo principio de repetición ya
señalado arriba y constituye un factor más para la impresión de andadura continuada,
casi interminable, de numerosas obras barrocas, tal como la vengo señalando.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmjg2mLQ6syVO4KXimoWUaEARTcYfjnQiUS-sQ-EpMaCixAuX6LI8gH-ihScEk-XU6Tv4xAiJHApXOROni5VIiW4eSNJBCe9S6hbfjrbghckY8BjllhGEG1uUu5CTVPW72-ZdP2woUCrQ/s355/scarlatti.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="305" data-original-width="355" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmjg2mLQ6syVO4KXimoWUaEARTcYfjnQiUS-sQ-EpMaCixAuX6LI8gH-ihScEk-XU6Tv4xAiJHApXOROni5VIiW4eSNJBCe9S6hbfjrbghckY8BjllhGEG1uUu5CTVPW72-ZdP2woUCrQ/s320/scarlatti.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Quiero sugerir al lector la
audición de una obra barroca, la Sonata fa menor (K 466) de D. Scarlatti (1685 - 1757), que
encontrará aquí (puede seguirse la partitura): </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=5neQMIDHbgs">https://www.youtube.com/watch?v=5neQMIDHbgs</a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">Después de unos compases
introductorios con técnica armónica, en los que se oyen (en la mano derecha) los
arpegios que luego serán la segunda melodía, empieza el contrapunto, en que cada línea melódica va por su lado, no solamente porque desarrollan motivos distintos, sino porque se
oponen incluso rítmicamente, ya que la primera voz (mano derecha) avanza por
tresillos (ritmo ternario o de tres tiempos), mientras que la segunda (mano
izquierda) conserva el ritmo binario (de cuatro tiempos) del compás de 4/4, que
es el general de la obra. Son 8 minutos largos de una deliciosa música, lo es
al menos para mí, llena de elegancia, buen gusto, sensibilidad y algo de
sentida melancolía, logrados con muy pocos medios. (Confieso que me alegré inmensamente
cuando logré, con no poco esfuerzo, interpretarla al piano.) </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 0cm;"><o:p> JOSÉ ANTONIO RAMOS</o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p> </o:p></i></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-92059275571183332692021-03-10T04:01:00.002-08:002021-03-10T04:03:35.283-08:00PREGUNTAS SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA (IV)<p> <span style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">Continúo
con este la serie de textos en los que me hago preguntas que creo que mucha
gente se plantea en relación con la música clásica. Preguntas seguidas de
sencillas respuestas, aptas para la comprensión inmediata de cualquier lector
sin una preparación especial. Añado unas direcciones de sitios de internet con
grabaciones que ilustran lo expuesto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;">______________________________________________________________</p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant: small-caps;"><o:p> </o:p></span><b style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><span style="font-family: georgia;">Pregunta 3</span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p> </o:p></b><b style="text-indent: 0cm;"><i>¿Por
qué una buena parte de la música culta actual les resulta extraña incluso a
muchos aficionados a la música clásica? El dodecafonismo.</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; text-indent: 35.4pt;"> Como evolución de la atonalidad,
el dodecafonismo fue un paso más en el camino hacia la ruptura con la música
clásica tradicional. Propugna el uso de la escala cromática, o sea, de doce
notas (separadas todas por medio tono), en lugar de la escala diatónica, la de
siete de toda la vida. Con lo cual se llenan las obras de acordes disonantes de
lo más atrevido y de intervalos insólitos en la melodía, difícil de ejecutar,
al menos con la voz.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div><span style="font-family: georgia;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOruf3c-uVvoyy6l-SSGu_QPkBeMn1Cd2sUCr8KyrwL7Hx5rLKiqnSLgvbNlrfCdql6ViSK0EJUYIMg02ilzgkktBmGd-Ges5jppV68PtlPxgcQQllfjQJsmyWiZ0sMl3x5HgirOwFlME/s1024/istockphoto-1048183532-1024x1024.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOruf3c-uVvoyy6l-SSGu_QPkBeMn1Cd2sUCr8KyrwL7Hx5rLKiqnSLgvbNlrfCdql6ViSK0EJUYIMg02ilzgkktBmGd-Ges5jppV68PtlPxgcQQllfjQJsmyWiZ0sMl3x5HgirOwFlME/s320/istockphoto-1048183532-1024x1024.jpg" width="320" /></a></div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">La música dodecafónica suena
realmente extraña y resulta bastante arduo extraerle sentido. Todo ello
justifica el que hayamos hecho una pregunta como la que encabeza este artículo
y que le siga una afirmación negativa: la mayoría de los asistentes habituales
a conciertos de música clásica puede que se reconozcan, aun hoy, si son
sinceros, un tanto inhábiles para digerir tal tipo de música.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La razón ya está dicha: el dodecafonismo se
basa en principios y reglas totalmente diferentes y discordantes con la
tradición musical y, hecho importante, es esta tradición la que actualmente prima
en la enseñanza de la música. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Hay otro aspecto innovador en el
dodecafonismo, constitutivo en realidad de un componente autónomo. Es el
siguiente: el curso de la música en las obras se rige por unas normas
consistentes en disponer las notas en sucesiones o “series” de X elementos, que
remiten a un patrón inicial, en el que introducen variaciones. Se establece una
plantilla, que es la primera “serie”, y sobre ella se diseñan las siguientes, introduciendo
variantes parciales, previstas por las normas. En ninguna “serie” puede
repetirse una misma nota. Quizás parezca que, con ello, se introduce un
mecanicismo o automatismo que limita la libertad creativa de los compositores.
Pero no es así en términos absolutos, pues son tantas las variaciones posibles
y las combinaciones de ellas, que el autor dispone de un amplio arsenal de
recursos a la hora de crear obras originales y personales. Al menos no se
restringe la libertad mucho más de lo que lo hacían las escalas o tonalidades
en la música tonal. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">El sistema de “series” o
serialismo puede aplicarse tanto a la música dodecafónica como a la que no lo
es. Por eso decía antes que serialismo y dodecafonismo son independientes,
aunque hayan nacido al mismo tiempo y de los mismos autores, y coincidan en
bastantes obras. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"></span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCpggyx9BQkrmN4yPdYocFyO6yPsnTYpnMOknG8QjSCGJsjbg6qrCi1edTjFdGJtwZf2dE1_d3BrRqPHSXRUhzpz512W0soBGEv2zk5cFG6pcR46AmAHcouFG690bPzrKUznty0GC9UPs/s1024/YAN0025.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1001" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCpggyx9BQkrmN4yPdYocFyO6yPsnTYpnMOknG8QjSCGJsjbg6qrCi1edTjFdGJtwZf2dE1_d3BrRqPHSXRUhzpz512W0soBGEv2zk5cFG6pcR46AmAHcouFG690bPzrKUznty0GC9UPs/s320/YAN0025.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">P. Boulez</td></tr></tbody></table><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> En el nacimiento del
dodecafonismo tenemos que mencionar, de nuevo, a A. Schoenberg y sus discípulos
A. Berg y A. Webern; también, al ruso</span><span style="text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="text-indent: 35.4pt;">I.
Stravinsky, en uno de sus períodos musicales; al francés P. Boulez (1925-2016),
al italiano L. Dallapiccola (1904-1975), al argentino J.C. Paz (1897-1975),
introductor de la dodecafonía en Hispnoamérica, etc.</span></span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Dejo a continuación dos enlaces
de YouTube, por si algún lector desea escuchar algo de música dodecafónica.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p><a href="https://www.youtube.com/watch?v=hjUTJDO-2uk" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=hjUTJDO-2uk</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=bQHR_Z8XVvI"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=bQHR_Z8XVvI</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p><span style="font-family: helvetica; font-variant-caps: small-caps; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">José Antonio Ramos</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: helvetica;"> </span></o:p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-13973506839284628672021-02-26T10:01:00.001-08:002021-02-26T10:01:23.821-08:00PREGUNTAS SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA (III)<p style="text-align: center;"> <span style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">Continúo
con este una serie de textos en los que me hago preguntas que creo que mucha
gente se plantea en relación con la música clásica. Preguntas seguidas de
sencillas respuestas, aptas para la comprensión inmediata de cualquier lector
sin una preparación especial. Añado unas direcciones de sitios de internet con
grabaciones que ilustran lo expuesto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;">______________________________________________________________</p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-variant: small-caps;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: georgia;">Pregunta 3<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">¿Por qué una buena parte de la música culta
actual suena un tanto rara incluso a bastantes aficionados a la música clásica?
La atonalidad.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Aclaro, ante todo, lo de “buena
parte de la música culta actual”. Me refiero a la obras creadas desde
principios del siglo XX, dentro de las corrientes vanguardistas, principalmente
la atonalidad y el dodecafonismo. ¿Por qué se caracterizan estos movimientos?
Primero, coinciden ambos en reaccionar contra el lenguaje musical vigente
hasta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entonces. En segundo lugar, se
diferencian bastante, aunque no están exentos de puntos de contacto. En este
artículo trataré sobre la música atonal; en el siguiente entraré en el
dodecafonismo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimRW_HU3rP3r06DkmsAlmX3XyfdxqIH1y9pn9Nm5HsZa8opskpg0mydIjaNbzvJ27oHhtbi3fU17z0Lg8JL2gKKpI06l033_MzMG2YEDkOUKMNQnIdVL6FMvONoFjmIEBWaTfBM9B7574/s800/atonal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimRW_HU3rP3r06DkmsAlmX3XyfdxqIH1y9pn9Nm5HsZa8opskpg0mydIjaNbzvJ27oHhtbi3fU17z0Lg8JL2gKKpI06l033_MzMG2YEDkOUKMNQnIdVL6FMvONoFjmIEBWaTfBM9B7574/s320/atonal.jpg" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br /><span> </span><span> </span>La atonalidad consiste en la
renuncia a dotar a las obras de una tonalidad específica y única, do mayor, mi
mayor, re menor, etc. Permítaseme una breve explicación sobre la tonalidad. </span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Empiezo por un ejemplo. Decir que
una obra está en do mayor, pongamos por caso, significa que se utiliza en ella
la escala de siete notas (“diatónica”) que comienza en do y termina en si, con
una distribución prevista de tonos y semitonos. De las siete notas, la esencial
es el do, la “tónica”, con respecto a la cual cada una de las demás adquiere un
papel, una función. Quien escucha una obra “tonal” se hace cargo de ese esquema
de funciones y percibe, entre otras cosas, que una determinada sucesión de
acordes, con su melodía (re-sol-do), marca el final de la pieza (“cadencia
conclusiva”), terminado con la tónica; por el mismo motivo, otra secuencia de
notas se capta como finalización de una parte (“cadencia suspensiva”), como do-re-sol,
nota esta última denominada “dominante”; otras series de notas se captan como
pasajes mediales, no como inicios ni finales, etc. El significado o función de
cada nota de la escala permite al oyente orientarse así, siguiendo el curso de
su desarrollo. Es como cuando vas por la carretera y ves señales informativas
del tipo “cambio de rasante”, “pendiente del 7%”, “Málaga, 10 kilómetros”, “Málaga-Granada”,
etc. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Si se suprimen las señales, el
conductor pierde la orientación, no sabe por dónde va, se topa de pronto con
tal o cual accidente del terreno o con una población, etc. Trasladados al
ámbito de la música, tendríamos, en tal caso, algo parecido a la “atonalidad”,
llamada así por contraposición a la música tradicional o “tonal”. Lo
fundamental es la desaparición de la funcionalidad de las notas en la escala, la
destrucción, en realidad, de la escala, con lo que todas las notas van
sueltas, se equiparan, no hay jerarquía, ninguna es la “tónica” o la
“dominante”, por ejemplo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">La impresión que da esta música,
al escucharla, es la misma que la que resultaría si un niño pequeño aporreara
las teclas de un piano, empezando por cualquiera, siguiendo por cualquiera y
terminando por cualquiera. Naturalmente, el compositor atonal no obra como ese
niño, sino que planifica una sucesión melódica y armónica, libre de
sometimiento a una escala determinada y a unas progresiones armónicas convencionales,
eso sí, pero con sentido, o sea, encaminadas a producir una sensación, una
emoción, una impresión… No extraña, pues, que, en ocasiones, a estos músicos se
les haya considerado, a su pesar, como “impresionistas”. Por buscar una
similitud pictórica, la atonalidad se asemeja más, para mí, a los cuadros de J.
Miró que a los de Monet.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">De todo lo expuesto se deduce que
la atonalidad significó una verdadera revolución dentro de la música culta.
Como era de esperar, el público no estaba en disposición de entender las obras
escritas con el nuevo lenguaje y de apreciarlas. Las primeras fueron rechazadas
o criticadas y aun hoy la atonalidad “pura” carece de una pléyade de seguidores
entre el público amante de la música clásica, no excesivamente numeroso. No es
fácil reeducar el oído y la sensibilidad y hacerlos aptos para una música
diferente de la tradicional.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqSut3GkbXXLxbc0caCm75kTGU7xleaOpFMfddU0W33FvglmlGJJaQJWng05YISB0w_jNRbczXYxE90lEXQd4gPA1xWyIu85JWr0kLjU0slCdRx9unIgd82rMDEg9pvvnSV2p0elWGL2w/s225/schoenberg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqSut3GkbXXLxbc0caCm75kTGU7xleaOpFMfddU0W33FvglmlGJJaQJWng05YISB0w_jNRbczXYxE90lEXQd4gPA1xWyIu85JWr0kLjU0slCdRx9unIgd82rMDEg9pvvnSV2p0elWGL2w/s0/schoenberg.jpg" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br /><span> </span><span> </span>Aunque suelen señalarse algunos
antecesores, el inicio de la atonalidad propiamente dicha lo marca la figura
del austriaco A. Schoenberg (1874-1951), auténtico padre de la música culta
contemporánea. De la atonalidad evolucionó hacia el dodecafonismo, junto con
sus discípulos A. Berg y A.Webern, como veremos. Según se dice, fue el más odiado de los músicos de su época. No sería justo dejar de
destacar la contribución del genial y proteico I.Stravinsky (1882-1971), de A.
Scriabin (1871-1915), de B. Bartok (1881-1945), de P. Hindemith
(1895-1963)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y otros. </span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span> </span><span> </span><span> </span>Copio estas dos direcciones de YouTube, por si quieren
escuchar algo de música atonal. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p><a href="https://www.youtube.com/watch?v=gQ6hMuF-sAY&feature=youtu.be" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=gQ6hMuF-sAY&feature=youtu.be</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=uKakP5yMfsY"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=uKakP5yMfsY</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 0cm;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p><span style="font-family: georgia; font-variant-caps: small-caps; text-align: right; text-indent: 0cm;">José Antonio Ramos</span></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-47997476179328826982021-02-24T08:40:00.011-08:002021-02-25T00:58:33.956-08:00PREGUNTAS SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA (II). EL REGOCIJO DE MOZART. <p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: helvetica;">Continúo con este una serie de textos en los que me hago preguntas que creo que mucha gente se plantea en relación con la música clásica. Preguntas seguidas de sencillas respuestas, aptas para la comprensión inmediata de cualquier lector sin una preparación especial. Añado unas direcciones de sitios de internet con grabaciones que ilustran lo expuesto.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;">______________________________________________________________</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></span><b style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-variant-caps: small-caps; text-align: justify; text-indent: 0cm;">Pregunta 2</span> </b><span style="text-align: left; text-indent: 0cm;"><b> </b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="text-align: left; text-indent: 0cm;"><b></b> <b> </b></span><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 14pt; text-align: left;"><b>¿Por
qué la música de W.A. Mozart es alegre y chispeante?</b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 14pt; text-align: left;"><b><br /></b></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHv8w8L_5dgCqAEZoVsLiO5JyPIacSd1TLcvJF8q4QDPKYNxFLa6zrNqwCMmXmRPB_ovoM_Hk_g5bxtRCGYYOUd_BIeyLoAaH7RQpxIZzwDwGJAv0ybLlGTH1hxU_fTWjdY-FU59UGZoQ/s1024/mozart+3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="754" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHv8w8L_5dgCqAEZoVsLiO5JyPIacSd1TLcvJF8q4QDPKYNxFLa6zrNqwCMmXmRPB_ovoM_Hk_g5bxtRCGYYOUd_BIeyLoAaH7RQpxIZzwDwGJAv0ybLlGTH1hxU_fTWjdY-FU59UGZoQ/s320/mozart+3.jpg" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 0cm;"> <span style="font-family: georgia;"> </span></span><span style="font-family: georgia; text-indent: 0cm;">W.A.
Mozart (1756-91) tenía un carácter alegre, era una persona divertida, gustaba
de pasarlo bien y hacer que los demás lo pasaran también bien. Era un buen
bailarín y le gustaba jugar y bromear, para todos tenía un chiste, una gracia.
Con este talante, ¿qué tipo de música hacía, sino piezas llenas de gozo y
contento, amenas, que entretuvieran, que llevaran al solaz y recreo?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
efecto, si no todas, sí las más características creaciones del amigo Wolfgang eran de esta naturaleza. En la relación de enlaces que incluyo al final puede
apreciarse que así es. La cuestión consiste, entonces, en qué recursos técnicos
manejaba el precoz salzburgués para lograr que así fuera, para que sus obras produjeran
esos efectos –y sigan produciéndolos– en los oyentes. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Voy
a señalar dos: el apego al llamado “modo mayor” y la rapidez en la sucesión de las
notas que forman las melodías y los acompañamientos. Este segundo factor no
presenta especial dificultad de comprensión, pues simplemente consiste en la
creación de melodías con abundancia de corcheas y semicorcheas, sobre todo, es
decir, de figuras de escasa duración, que se suceden, por tanto, de forma
relativamente veloz. También, se debe a lo que en el lenguaje musical se
denomina “tempo”: número de notas de tipo X (negras, corcheas, blancas…) que se
interpretan en una fracción de tiempo. Modernamente, a partir del empleo del
metrónomo, se expresan en forma de equivalencia (negra = 80: indica 80 negras en un minuto). Con anterioridad,
y aun hoy, se usan también términos italianos, como Andante, Allegro, Presto,
etc. Muchas de las obras de Mozart no bajan del “tempo” Allegro, que es rápido.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHbLN0uZKq0K2Mn0bdsHTzp89xxnVGtv9ZsDXXSSDkDFfbAJnu7l7M1SwSvyj-nC5hcugrB4RhnmxRSTBtM1dwTgN4RdTaDrUc9cd5cMTz5araPJWdEXvsQFAf3B_2PumeCEkTayLqdes/s799/mozart+2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia;"><img border="0" data-original-height="536" data-original-width="799" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHbLN0uZKq0K2Mn0bdsHTzp89xxnVGtv9ZsDXXSSDkDFfbAJnu7l7M1SwSvyj-nC5hcugrB4RhnmxRSTBtM1dwTgN4RdTaDrUc9cd5cMTz5araPJWdEXvsQFAf3B_2PumeCEkTayLqdes/s320/mozart+2.jpg" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Vayamos
ahora al modo mayor. Desde hace cuatro siglos, el establecimiento del marco sonoro
en el que se desarrolla la composición de una obra se viene realizando por el
cruce de dos coordenadas: el “tono” y el “modo”. El primero alude a la escala elegida,
la que empieza en sol, en re, en la… o en cualquiera de las restantes. Por su
parte, el modo se deriva de un pequeño detalle de consecuencias enormes, como
es la localización de los semitonos en la escala escogida: si van entre la
tercera y la cuarta, y entre la séptima y la octava, tenemos el modo mayor; si
van entre la segunda y la tercera, y entre la quinta y la sexta, tiene lugar el
modo menor. Para no entrar en más tecnicismos, con los que quizás no esté familiarizado
en lector, señalo lo siguiente: acústicamente, de oído, estos dos modos se
distinguen bastante bien, a menos que prestemos un poco de atención: el modo
mayor es el de melodías y armonías vibrantes, enérgicas, animadas, alegres, palpitantes,
fuertes (en el sentido de ‘fortaleza’, no de ‘volumen’), etc., mientras que el
modo menor es el de la tristeza, la nostalgia, el abatimiento, la postración,
la ensoñación, la melancolía, la blandura, etc. Esta <a href="https://www.youtube.com/watch?v=b6DJxNvm6oA">“Bagatela” de Beethoven</a>
muestra a la perfección la diferencia. Presenta tres partes: la primera y la segunda
(ambas repetidas) están en do mayor; la tercera (repetida), en do menor; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la última, en do mayor de nuevo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A
poco que se escuchen con atención unas pocas obras de Mozart, se confirmará
esta estadística aproximada e intuitiva: Mozart prefería el modo mayor al
menor. Cosa que, unida a la señalada rapidez de sus melodías y acompañamientos,
da como resultado el carácter alegre y desenfadado de sus obras, antes comentado
(aludido ya en el propio enunciado de pregunta). Predomina, aunque no es exclusivo, el
modo menor en la producción mozartiana. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">No obstante, escribió, o medio
escribió porque quedó inconclusa, una extraordinaria obra cuajada de tristeza y
abatimiento, el escuchadísimo <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://es.video.search.yahoo.com/search/video?fr=mcafee&ei=UTF-8&p=requiem&type=E210ES91082G0#id=3&vid=92be7b13f9de138ad16df8b8bddcee23&action=click">Requiem</a></i>,
en re menor. Y otra que, a pesar de estar en modo menor, no carece de cierto
aire gracioso, tan querido por el genial muchacho: la <a href="https://es.video.search.yahoo.com/search/video?fr=mcafee&ei=UTF-8&p=sinfon%C3%ADa+40&type=E210ES91082G0#id=3&vid=22ffd518d6930905306889864973c741&action=click">sinfonía
número 40</a>, en sol menor. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A
continuación van los acostumbrados enlaces ilustrativos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://es.video.search.yahoo.com/search/video;_ylt=AwrJQ6DCPDZgUmUAPXBU04lQ;_ylu=Y29sbwNpcjIEcG9zAzEEdnRpZAMEc2VjA3Nj?p=conciertos+para+piano+de+Mozart&fr=mcafee#id=1&vid=5e72678317ef39b51ef836716a650c5a&action=view"><span style="font-family: georgia;">https://es.video.search.yahoo.com/search/video;_ylt=AwrJQ6DCPDZgUmUAPXBU04lQ;_ylu=Y29sbwNpcjIEcG9zAzEEdnRpZAMEc2VjA3Nj?p=conciertos+para+piano+de+Mozart&fr=mcafee#id=1&vid=5e72678317ef39b51ef836716a650c5a&action=view</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=YT_63UntRJE"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=YT_63UntRJE</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=SJI43UaGeCc"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=SJI43UaGeCc</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=7OttFaPkLck"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=7OttFaPkLck</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-variant: small-caps;">José Antonio Ramos<o:p></o:p></span></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-14074427934978233832021-02-22T02:42:00.001-08:002021-02-22T02:43:55.297-08:00PREGUNTAS SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA (I)<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4DnzgwAmzqx5SoclJUZp7t_jFmDwURXyHibDOLoBi1Sb1OlnIKlAvwWP-kLQsgSJTfat8Rktlgz50JmjFZvK75kVx83qn3f_5p9acTap2rhCuj0a8Vpye5ouJHeAp3GlTqmRNXnIlla0/s500/opera.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="281" data-original-width="500" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4DnzgwAmzqx5SoclJUZp7t_jFmDwURXyHibDOLoBi1Sb1OlnIKlAvwWP-kLQsgSJTfat8Rktlgz50JmjFZvK75kVx83qn3f_5p9acTap2rhCuj0a8Vpye5ouJHeAp3GlTqmRNXnIlla0/s320/opera.jpg" width="320" /></a></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: helvetica;">Inicio
con este una serie de textos en los que me hago preguntas que creo que mucha
gente se plantea en relación con la música clásica. Preguntas seguidas de
sencillas respuestas, aptas para la comprensión inmediata de cualquier lector
sin una preparación especial. Añado unas direcciones de sitios de internet con
grabaciones que ilustran lo expuesto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia;">______________________________________________________________</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-variant: small-caps;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;"><span style="font-variant: small-caps;"><span style="font-family: georgia;">Pregunta
1<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 34pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">¿Por
qué la voz de soprano y quizás también la de mezzosoprano y contralto no suelen
agradar mucho al público en general? ¿Y por qué sí la de los tenores y
barítonos?<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 34pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Para responder, tengo que definir antes el concepto de “tesitura”. En el diccionario se llama así a la “altura propia de
cada voz y de cada instrumento”. Cuando dice altura, quiere decir el ámbito de
sonidos que esa voz o ese instrumento son capaces de reproducir, desde el más
agudo al más grave. Así, el violín tiene una tesitura más alta que el
violoncelo, por ejemplo. Y una soprano tiene la tesitura más alta que un
barítono. Un niño, antes de cambiar la voz, tiene una tesitura cercana a la de
una mujer. Etc. Pues bien, vamos a contestar ya a la pregunta, a la primera de
ellas.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2VmH1_WHA2-fIvkLcQg-bOXKVHs2e-Thcqa-6MW4EL55-wEfzBwn45GuJO1Z4ftoM5tBQWMlK0PDzQYWBo1aWjqsH7K1DqwL3tGr1drlfjmfRMYrJTih2VcS3EXYGchmMwXPOLGpUW14/s800/OPERA2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2VmH1_WHA2-fIvkLcQg-bOXKVHs2e-Thcqa-6MW4EL55-wEfzBwn45GuJO1Z4ftoM5tBQWMlK0PDzQYWBo1aWjqsH7K1DqwL3tGr1drlfjmfRMYrJTih2VcS3EXYGchmMwXPOLGpUW14/s320/OPERA2.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br /><span> </span><span> </span>El oído de la mayoría de las
personas está habituado, entrenado, para percibir las melodías de las canciones
que se oyen a diario en la radio o la televisión, de los temas favoritos…, y
todas presentan una tesitura mucho más baja que la de soprano, incluso que la
de mezzosoprano y la de contralto, aun siendo niños los intérpretes; también el
habla cotidiana. Por eso, las piezas ejecutadas con estas voces le parecen, al
común de la gente, extrañas, artificiales, demasiado chillonas. Es lógico que
desagraden o, al menos, que no atraigan demasiado. </span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Por si fuera poco, a la escasa
simpatía que producen por sí mismas se une otro factor: la dificultad para
vocalizar de muchas divas cuando la curva melódica sube espectacularmente,
impide al espectador u oyente entender la letra de sus arias o sus canciones,
incluso estando escritas en su propia lengua.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Hay excepciones, naturalmente. Se
dan cuando la extraordinaria belleza de la melodía o el ser muy pegadiza
compensan el carácter de la voz, tal como puede apreciarse en la selección de
arias que incluyo al final. En ocasiones, se encuentran pasajes donde la
ejecución de una soprano o contralto se efectúa como un instrumento más de la
orquesta y solo consta de sonidos (“Ooooo…”, “Aaaaaa…”), no palabras. Es el
caso de algunas de las bandas sonoras más conocidas del músico italiano Ennio
Morricone. En tal caso, no se aplica el criterio que vengo definiendo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">En conclusión, a mí me parece
explicable que solo una minoría, especialmente preparada, guste de saborear, y
pueda hacerlo, las elevadas tesituras femeninas de la música vocal clásica.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimZ94Kfzs1iSZBq9h9tJMbGpOD5XaPYV1AcWLUbDWLiCFX2dM6c-TRZ_KNfRjiCcagD1LcuCxg4C_34s1BVtKDhz_Bw6-9qzexkEZDWgbfl0-u6QhADRCiAR4jkfb6VrMB3e8DhUyB-Ys/s800/OPERA+3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimZ94Kfzs1iSZBq9h9tJMbGpOD5XaPYV1AcWLUbDWLiCFX2dM6c-TRZ_KNfRjiCcagD1LcuCxg4C_34s1BVtKDhz_Bw6-9qzexkEZDWgbfl0-u6QhADRCiAR4jkfb6VrMB3e8DhUyB-Ys/s320/OPERA+3.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: georgia;"><br /> </span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">La segunda pregunta, después de
lo dicho, se responde sola. Las voces masculinas de las obras clásicas, incluso
las de tesitura más elevada, como la de los tenores, están más próximas a las
de los cantantes populares y al habla de los varones adultos. De ahí que
parezcan más naturales, que no suenen raras, anómalas, al oído del público
general. La prueba está en la formación y el éxito de conjuntos de voces
líricas como “Los tres tenores” o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Il
divo”, exclusivamente masculinas, y la ausencia<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>–si hay, no las conozco– de formaciones similares femeninas. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;">Ofrezco los siguientes enlaces de
YouTube, que llevan a selecciones de arias de ópera y zarzuela con voces
femeninas y masculinas. En ellas puede comprobarse<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–o desmentirse– lo que afirmo en esta breve
exposición.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Ópera<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=5ZDGPKcEPJ8"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=5ZDGPKcEPJ8</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=swxBQ1NCf7A"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=swxBQ1NCf7A</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=kPMWJx91sxY"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=kPMWJx91sxY</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: georgia;">Zarzuela<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=Ie6h5pLvLk0"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=Ie6h5pLvLk0</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=L0jBYrE7pro&list=PLoSFsEOMUSmvu78SR8lpN9qPfhcWlJoh4&index=19"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=L0jBYrE7pro&list=PLoSFsEOMUSmvu78SR8lpN9qPfhcWlJoh4&index=19</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=042Zuk13N8c&list=PLoSFsEOMUSmvu78SR8lpN9qPfhcWlJoh4&index=22"><span style="font-family: georgia;">https://www.youtube.com/watch?v=042Zuk13N8c&list=PLoSFsEOMUSmvu78SR8lpN9qPfhcWlJoh4&index=22</span></a></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #365f91; font-variant: small-caps; line-height: 150%; mso-themecolor: accent1; mso-themeshade: 191;">J</span></b><span style="font-variant: small-caps; line-height: 150%;">osé <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #365f91; mso-themecolor: accent1; mso-themeshade: 191;">A</span></b>ntonio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #365f91; mso-themecolor: accent1; mso-themeshade: 191;">R</span></b>amos<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></o:p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-34016860536661022342021-02-07T01:24:00.002-08:002021-02-07T02:41:56.935-08:00 MI BANDA<iframe allow="autoplay" frameborder="no" height="75" scrolling="no" src="https://w.soundcloud.com/player/?url=https%3A//api.soundcloud.com/tracks/980744647&color=%23ff5500&auto_play=false&hide_related=false&show_comments=true&show_user=true&show_reposts=false&show_teaser=true" width="50%"></iframe><div style="color: #cccccc; font-family: Interstate, "Lucida Grande", "Lucida Sans Unicode", "Lucida Sans", Garuda, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 10px; font-weight: 100; line-break: anywhere; overflow: hidden; text-overflow: ellipsis; white-space: nowrap; word-break: normal;"><a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title=".">.</a> · <a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4/mi-banda-mp3" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title="MI BANDA MP3">MI BANDA MP3</a></div>
<p>RECITA PEPE, </p><p>NIÑO DE 6 AÑITOS<span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2fXIePBpLGIjiJIF7yHlYaLC4OXLY0niyQrxURyq1TAJ5GquTTNLJfplN-aT6PnkjjRn-fCivhCHO2h_7n8aWBxY7nTYQcYxgiVV47UsXD1f1YL26E7r3B-QNZSeTrl47HDXsXdSov8s/s800/2073080585_0e5e4bfc25_c.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2fXIePBpLGIjiJIF7yHlYaLC4OXLY0niyQrxURyq1TAJ5GquTTNLJfplN-aT6PnkjjRn-fCivhCHO2h_7n8aWBxY7nTYQcYxgiVV47UsXD1f1YL26E7r3B-QNZSeTrl47HDXsXdSov8s/s320/2073080585_0e5e4bfc25_c.jpg" width="320" /></a></span></div><span><br /></span><span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>T</span>engo una amiguita negra<p></p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>y un amigo filipino.</p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>La niña toca un tambor</p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>y el niño le sopla a un pito.</p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>Un morillo hay también </p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>que toca la pandereta</p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>y una linda gitanilla </p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>con alegres castañuelas.</p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>Yo bailo, canto y silbo</p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>cuando hacemos una fiesta.</p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>¡Ay, qué bien lo pasan todos</p>
<p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>con esta estupenda orquesta!</p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>JOSÉ ANTONIO RAMOS</p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-20579016511656090912021-01-03T04:02:00.005-08:002021-01-03T04:15:37.930-08:00SUENEN DULCES HIMNOS<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/aS6rYIw2vT0" width="560"></iframe></div>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7499390366719653473.post-55523453110901637012020-12-29T05:02:00.006-08:002020-12-29T05:51:59.784-08:00EL PINGÜINO PUIN<iframe allow="autoplay" frameborder="no" height="166" scrolling="no" src="https://w.soundcloud.com/player/?url=https%3A//api.soundcloud.com/tracks/955897990&color=%23ff5500&auto_play=false&hide_related=false&show_comments=true&show_user=true&show_reposts=false&show_teaser=true" width="100%"></iframe><div style="color: #cccccc; font-family: Interstate, "Lucida Grande", "Lucida Sans Unicode", "Lucida Sans", Garuda, Verdana, Tahoma, sans-serif; font-size: 10px; font-weight: 100; line-break: anywhere; overflow: hidden; text-overflow: ellipsis; white-space: nowrap; word-break: normal;"><a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title=".">.</a> · <a href="https://soundcloud.com/jos-antonio-ramos-4/puin" style="color: #cccccc; text-decoration: none;" target="_blank" title="PUIN">PUIN</a></div><p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiihyphenhyphenQDgTURuzXW_O6n3sK-9W_TCaC9YIgIGvC81OmkYixca10gYpQuJgtuj-3iVdWT7rQxeZCSAZ5kjHs12fT3WnawWCBsN72eDKZLRfbiRnqRC1sXoitq-oVfdbYaEwEClXToQwu-GMQ/s1558/WhatsApp+Image+2020-12-27+at+16.25.43.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1558" data-original-width="742" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiihyphenhyphenQDgTURuzXW_O6n3sK-9W_TCaC9YIgIGvC81OmkYixca10gYpQuJgtuj-3iVdWT7rQxeZCSAZ5kjHs12fT3WnawWCBsN72eDKZLRfbiRnqRC1sXoitq-oVfdbYaEwEClXToQwu-GMQ/s320/WhatsApp+Image+2020-12-27+at+16.25.43.jpeg" /></a></div><div><br /></div><div style="text-align: center;">ACTRICES (en orden descendente): </div><div><div style="text-align: center;">Marlinde (es "Marlinde"), Lidia (es la "Mamá") y Alba (es "Puin").</div><div style="text-align: center;"><br /></div><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br /></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">Dedicado a la niña
Marlinde, <br />
bonita, inteligente<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y simpática como ella sola.<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">El joven pingüino se presentó en la
cocina, donde la mamá de Marlinde, Lidia, freía patatas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>–¿Qué haces aquí, Puin? Te va a dar calor en este lugar –le preguntó muy
extrañada Lidia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–Cueeec … Vengo a que me des un
tenedor y un cuchillo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–¿Qué dices, pequeño? ¿Para qué
quieres tú un tenedor y un cuchillo?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–Para comer, cueeec.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–No puedes usarlos, no tienes manos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">El animal bajó la cabeza y examinó
sus aletas. En efecto, no tenía manos. Dio media vuelta y se marchó. A los
cinco minutos, otra vez estaba junto a Lidia, que batía los huevos para la
tortilla.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–¿Y ahora qué quieres, rey mío?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–Una servilleta. Para no mancharme al
comer, cueeec. Y luego limpiarme las…<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–recordó
que no tenía manos–, el pico.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>–Anda, Puin. Tampoco podrás limpiarte el pico, porque no tienes con qué
coger la servilleta. Ya te lo limpiará tu mamá.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">Cuando se preparaba para irse, Lidia lo
llamó y le preguntó:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–¿Y qué vas a comer, Puin?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–Pues… un puñadito de cangrejos que
me dejó mi mamá en un papelito, antes de irse a buscar más.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–¿Y solo para comer cangrejitos
querías tenedor, cuchillo y servilleta? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–Sí, pero yo quería obedecer a mi
mamá, cueeec. Y ella me dijo: “Puin, cuando vayas a comer estarás solo, yo no
te podré dar. Quiero que lo hagas con educación, quiero que seas un chico
educado, como Alba y Marlinde. No vayas a ponerlo todo perdido ni te manches
tú.” Por eso vine a la cocina, porque yo veo que ellas comen con tenedor, cuchillo
y servilleta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">–¡Ay qué gracioso, qué graciosoooo!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–soltaron Alba y su hermanita Marlinde, que
habían llegado del colegio y habían oído la explicación del pequeño Puin.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">--Los pingüinos no los usan, no pueden usarlos. Ya te has dado cuenta, ¿no?</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">Mientras la madre informaba cariñosamente
al pingüino de las diferencias entre los animales y las personas, las niñas
acariciaban el suave plumaje negro y blanco de un pájaro tan especial. Puin
echaba su cabecita en los hombros de Alba y Marlinde, blando su corazón y
alegre su alma.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: trebuchet;">Los tres se dirigieron luego a la
jaula frigorífica donde vivían Puin y su mamá. Con la ayuda de las niñas, los diminutos
cangrejos entraron uno a uno en el pico y luego en la barriga del pingüino, que
quedó feliz y satisfecho. Ni manchó ni se manchó. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: trebuchet;"> Cuento original de </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: trebuchet;"> JOSÉ ANTONIO RAMOS </span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: trebuchet;">("Narrador" en la grabación)</span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p></div>jaramos.ghttp://www.blogger.com/profile/17753177217283916405noreply@blogger.com4