martes, 22 de agosto de 2023

EL REY DEL EUFEMISMO 1



 

En la línea del reciente artículo "Mentiras" de mi colega Claudio Repellón (AHÍ TE QUIERO YO VER: MENTIRAS (ramosjoseantonio.blogspot.com) y como secuela del mismo, inicio hoy este repositorio de eufemismos malintencionados. El título lo tomo gratis de un comentario de prensa en que se ha bautizado así, “El rey del eufemismo”, al partido político que actualmente más se lo merece.
Cada vez que tal organización lance a la palestra uno nuevo, que será sin duda interesante, como todos los que vienen adornando su buen decir, lo incluiré en esta página. Confío en que no me dejará desprovisto de material retórico ese imaginativo grupo a las primeras de cambio.

 

Alivio penal

Expresión que, por su significado, alusivo a la liberación de un dolor, un peso, un pesar o, en este caso, una pena, e incluso por su agradable suavidad acústica, por las eles, uve y enes (recuerde el lector aquello de “el ala aleve del leve abanico” del gran Rubén Darío), viene que ni pintada para ocultar, enterrar, sustituir al vocablo amnistía, para cuando se esté hablando de los políticos catalanes cuyos delitos ―los que aún les quedan después del la reforma legal que los descargó de algunos― tienen que ver con su papel o su actividad pública; no abarca a todos los malhechores del nordeste peninsular ni a los de cualquier otra región, claro, solo a esos. Para valorar la calidad y la oportunidad ―y las consecuencias― del nuevo eufemismo, una vez consagrada su función suplantadora, recordemos que la amnistía, léase "alivio penal", como mecanismo legal, no comporta solo el perdón de una condena impuesta por los jueces, sino también la anulación, el borrado de la propia acción ilegal, que desaparece de toda memoria oficial, como si nunca se hubiera cometido.