Era una maravillosa y soleada mañana cuando Clara, una joven de tan solo 20 años, se encontraba en plena preparación para un viaje muy especial que la llevaría a la capital junto a sus padres. La emoción la embargaba con cada paso que daba, pues se proponía buscar y comprar un vestido de fiesta en unos almacenes de gran renombre y categoría. Este vestido era de vital importancia para Clara, ya que había sido invitada a la boda de una de sus mejores amigas, que se celebraría en la semana que estaba por venir, y su mayor deseo era lucir espectacular en una ocasión tan significativa. Clara era conocida en su círculo íntimo por ser caprichosa e indecisa, características que a menudo ponían a prueba la paciencia de quienes la rodeaban, especialmente la de sus padres. Sin embargo, estos siempre habían sido comprensivos. Ahora se disponían a acompañarla en esta importante misión, que parecía tener un peso especial para su hija. Cuando finalmente llegaron a los almacenes, Clara se sintió...
Artículos sobre lengua española, literatura, música y comunicación en general, dirigidos a un público no especializado.