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3. “De lujo”. Indica la excelencia de una
acción y también, aunque menos, de un
ser o de un objeto: “En la entrevista, Cristiano Ronaldo estuvo de lujo”, “He
hecho un examen de lujo”, “Lo vamos a
pasar de lujo”. El término elegido,
“lujo”, ya encierra en sí mismo un matiz de brillo y superioridad, y apunta a algo
que no es habitual y ordinario, que es lo que se aprovecha para el uso
superlativo.
4. “Pedazo de” (“peaso de” en algunas zonas
de Andalucía). Este conjunto de
nombre y preposición se antepone a otro nombre, para subrayarlo, enfatizarlo, etc.
“Con su pedazo de bachillerato y ni por esas se coloca”, “Vaya pedazo de
película que hay esta noche”. El sentido de “pedazo” aquí es claramente
irónico: significa todo lo contrario de una parte, trozo o segmento.
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5. “Demasiado”
(“demasiao”). Presenta un valor muy
parecido a “de lujo”, si bien no solo encarece positivamente acciones, sino
también cualidades, un tanto inconcretas, de seres u objetos: “Este filete está
demasiado”, “Estoy leyendo una novela que es demasiado”, “Ese corte que le has
dado ha sido demasiao” (= estupendo, muy eficaz u oportuno…).
6. “Sobrado” (“sobrao”). A partir de la idea de ‘exceso’ e invirtiendo el signo negativo
de su contenido semántico, se emplea con valor superlativo para aludir a la
disposición, las condiciones o la capacidad supremas de un individuo,
generalmente humano, auténticas o fingidas: “No tengo problemas con la moto,
estoy sobrao”. A veces se presenta en enunciados despectivos: “Es gilipollas,
va de sobrao”.
7. Exagerado (“exagerao” e incluso
“sagerao”). El sentido y el empleo de este participio están muy próximos a los
de “de lujo” y “demasiado”. Así, “Va a ser una fiesta…, uff, exagerada,
colega”, “Mi teléfono es… exagerado”, “Los
altavoces se oyen… exagerao”.
8. Súper- . Lo nuevo de este conocido
prefijo superlativo es el considerable aumento de su empleo en determinado estilo
de habla coloquial juvenil y la ampliación del tipo de contextos léxicos donde
aparece. Así, en boca de algunas chicas de hoy, todo puede ser “súper”:
“superemocionante”, “superbién” o “supermal”, “superoscuro”, “supercorto”, “supertonto”,
“supercerca”, etc. Sin duda, es una herramienta de fácil acceso y se toma como
elemento superlativo casi universal.
9. Para reventar (“pa reventar”). Aunque en
ocasiones alterna con “para morirse”, su uso es mucho más amplio y variado. El
sentido superlativo deriva de la situación extrema significada por el verbo, si
bien con un valor positivo: “Tiene dinero pa reventar” (mucho), “Cantaba el
fandango pa reventar” (muy bien).
10. Lo siguiente.
Este no ha adquirido tanta difusión como muchos de los anteriores, pese a ser
un recurso bastante simpático e imaginativo. Se oye en ponderaciones como “No
es guapísima, sino lo siguiente”.
Termino con la manifestación de un deseo: que os haya parecido mi recuento “de lujo”, “demasiao”, un “pedazo de” “súper- análisis” lingüístico…, y que está “exagerao”, “pa reventar”. Si fuera así, no estaríais “sobraos”, sino “lo siguiente".