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Mostrando entradas de 2016

RE-DEFINIR AL RECEPTOR (I)

Una de las condiciones indispensables para que un acto de comunicación tenga éxito es que el emisor posea una imagen acertada del receptor y adapte su enunciación a él. Es decir, que quien habla o escribe se haya formado una idea atinada del perfil característico de aquel o aquellos que lo escuchan o lo leen. Porque lo importante no es de quién se trata y cómo es el destinatario, sino de quién cree el emisor que se trata y cómo cree que es. Y lo determinante es que ambas realidades coincidan o lo hagan en la mayor medida posible. De no ser así, la consiguiente falta de acoplamiento del discurso al receptor será fuente segura de inconvenientes y dificultades, que entorpecerán e incluso imposibilitarán la comunicación. Está, por ejemplo, el típico caso en el que el niño o niña preadolescente se ve en la situación de decirle a sus padres: “Me habláis como si fuera un bebé. Ya soy mayorcito/a”; o, al revés, los padres o los abuelos deben reprocharle: “A tu madre no le hables más así”. O ...

RE-DEFINIR AL RECEPTOR (y II)

Sin embargo, hay momentos en los que el hablante o escritor desfigura la silueta del receptor de modo consciente, para lograr algún efecto en pos de algún fin particular. En la sesión de investidura del día 2 de marzo de 2016, en la que el candidato Pedro Sánchez, del PSOE, no logró la mayoría suficiente, Rajoy pronunció uno de sus discursos más atrevidos, más sarcásticos, más duros con el grupo socialista (también sufrió algún refregón el de Ciudadanos), que muchos valoraron como uno de los mejores de los últimos años.  En un momento dado, hablaba de que el voto del PP sería negativo y, como representante de dicho partido, lo justificó diciendo que “es esa defensa de todos los españoles la que me impide secundar los propósitos de su Señoría ( sic ). Se lo voy a explicar [de manera tan clara, que hasta ustedes lo van a entender]” (*).  No hay que ser un lince para darse cuenta de que el orador, con esa coletilla final (entre corchetes) motejó a la oposición socialista de co...

EL ACTO DE HABLA INDIRECTO: UN PASAJE DE “EL OJO DEL LEOPARDO” (I)

             Tengo interés en transcribir un pasaje del último libro que he leído, El ojo del leopardo (H. Mankell, 1990), porque ilustra con acierto y claridad uno de los fenómenos más destacados de la comunicación, en su modalidad interactiva o conversacional. Me refiero al llamado acto de habla indirecto . Aunque más abajo, tras los párrafos copiados, habrá ocasión de pormenorizar sus rasgos, su funcionalidad, etc., avanzo que se trata de una secuencia en la que se comunica un mensaje con medios lingüísticos y textuales extraños a su naturaleza, muy diferentes de los que cabría esperar, sin que por ello se obstruya o perjudique la comprensión cabal de dicho mensaje. Paso a copiar la escena mencionada, que consiste en realidad en un diálogo.         Los interlocutores son Hans Olofson, nacido en Suecia, emigrado a Zambia, donde trabaja a la sazón como “capataz provisional” en una granja de gallinas ponedoras, propiedad de Madam...

EL ACTO DE HABLA INDIRECTO: UN PASAJE DE “EL OJO DEL LEOPARDO” (II)

           No le será difícil al lector, incluso al no iniciado en el concepto de acto de habla indirecto, intuir en qué consiste, si observa con atención las intervenciones de Mister Pihri escritas en negrita: en ellas parece informar de algo al capataz, pero se ve que en el fondo va más allá, de que pretende decir algo más. En efecto, el primer enunciado (1) encierra una petición: “póngame un té”; la segunda secuencia (2) viene a equivaler a la presentación de la factura por el “pequeño servicio” de lograr el permiso de residencia: 500 huevos de la granja; y la tercera (3) supone otro pago, tal vez a medio plazo.                   La teoría de los actos de habla se forja a partir de los años 60, dentro de la Filosofía del Lenguaje, y más concretamente a partir de los estudios de J.L. Austin recogidos en su obra póstuma Cómo hacer cosas con palabras (1962). Siguiendo esta línea, el también filósofo J.R...

EL ACTO DE HABLA INDIRECTO: UN PASAJE DE “EL OJO DEL LEOPARDO” (III)

          El empleo de actos de habla indirectos, lo mismo que otros procedimientos similares, como la ironía, la metáfora, las frases hechas, etc.,  obedece a una estrategia más o menos general, en una situación dada, que así lo aconseja. El hecho de que una gran parte de los actos indirectos se den en enunciados o secuencias de enunciados de intención conativa o imperativa nos brinda una pista sobre el carácter de dicha estrategia: el sujeto hablante no quiere mostrarse contundente en sus mandatos, órdenes, peticiones o ruegos, tal como podrían ser percibidos si empleara los medios lingüísticos apropiados a su intención: “Cárgueme 500 huevos en el coche”. Ese brío impositivo queda ciertamente amortiguado, suavizado, dulcificado, por el revestimiento informativo de su enunciación: “El maletero de mi coche no es muy grande. Pero caben quinientos huevos sin dificultad”. En la interacción diaria e incluso en la más formal e institucional abundan los actos de...

EL ACTO DE HABLA INDIRECTO: UN PASAJE DE “EL OJO DEL LEOPARDO” (y IV)

               Para completar este breve análisis, no quiero pasar por alto la manera en que el conseguidor pondera ante su interlocutor, un extranjero, la “difícil” misión que lleva a cabo en el Departamento de Inmigración, para hacerla merecedora, claro, del posterior pago en especies. Entra dentro de la misma lógica que sus intervenciones de valor indirecto y se encamina a un objetivo parecido: habla de la atenta y meticulosa vigilancia a que son sometidos los residentes extranjeros y del riesgo que corren quienes no dispongan del permiso de residencia o no tengan sus documentos al día; pueden terminar en la cárcel “por tiempo indeterminado” y, “desgraciadamente, las cárceles de este país están muy abandonadas. En especial para los europeos, que están habituados a otras condiciones”. Evitar una desgracia así, se sobreentiende, es su función y su papel en relación con el personal de la granja no autóctono. O sea, el mismo capataz con quien ha...

DEBERES..., HOY NO TOCAN

               Les juro que ni me hace gracia ni me gusta. Cuando, hace diez o doce años, oí la expresión en boca de Aznar, que creo fue el primero en utilizarla, ya me produjo dentera. Me refiero a eso de “hoy no toca”, que dice el político de turno si no quiere responder a preguntas de periodistas en ruedas de prensa o similares. El antecesor de Rajoy en el PP no era especialmente remiso a contestar en tales situaciones, al menos no tanto como otros lo han sido después. No recuerdo bien cuál era el asunto que calló; puede que fuese una cuestión no demasiado relevante, como una fecha (¿de un congreso?, ¿de unas elecciones?), un nombre (¿para tal o cual ministerio?) o algo parecido. Se puso, así, en circulación el tropo procedente del lenguaje escolar y, desde entonces, se ha repetido hasta la saciedad. Lo oí mil veces cuando Rubalcaba era portavoz del gobierno, pero podría citar a otros de diferentes partidos, si bien no con la frecuencia de D. ...

SEÑORITA TRINI (I)

                Los hechos son los siguientes: a raíz del triunfo de Tomás Gómez en las primarias de Madrid (*), Alfonso Guerra sostuvo que no todos los socialistas madrileños pueden considerarse ganadores, porque la victoria fue para el “Señor Gómez” y los suyos, y no para la “Señorita Trini” y los suyos. Varias ministras y mujeres con posición relevante en el partido se molestaron y expresaron su queja por lo que consideraban una falta de respeto de Guerra. Doña Trinidad subrayó que ella nunca ha injuriado a ninguno de sus compañeros de partido y ni siquiera a sus adversarios. Contestó el Sr. Guerra que él no creía haber insultado a nadie, porque llamar señorita a una mujer soltera es una fórmula de tratamiento aceptable y apropiada; pero que estaba dispuesto a pedir disculpas si sus palabras habían molestado, y a decir “señora” o “lo que sea”. Doña Trinidad apostilló que “en el partido no hay ‘señoritos’ ni ‘señoritas’, sino ‘compañeros’ y ‘com...

SEÑORITA TRINI (y II)

http://politica.elpais.com/politica/2015/09/17/ actualidad/1442491380_426064.html Supongo que por ampliación y depreciación semántica, o bien por corrimiento metonímico hacia zonas colaterales, surgió el significado número 3, “joven acomodado y ocioso”, que ya es peyorativo. Donde vivo también se le dice a aquel o aquella ‘que gusta de que le sirvan‘, aunque carezca de posibles, y equivale a ‘comodón’. Igual que otro uso, no recogido por el DRAE, aplicado a las mujeres que, sin serlo, quieren parecer  señoras o señoritas  por su manera de vestir, de comportarse, etc. En él se aprecia una coloración claramente irónica. Equivale, como casi sinónima, a una formación léxica derivada, “señoritinga”, bastante ofensiva y llena de sarcasmo, que también empleamos mucho en Andalucía, aunque el DRAE lo recoge como general. Esta no la aplicó Guerra a su compañera  porque -digo yo- quizás habría perdido él la protección y el escudo que le daba la ambigüedad de “señorita”.  E...

REPETICIONES (I)

               Vuelvo sobre el fenómeno de la repetición, que ya traté en un artículo anterior .  Su enorme importancia en el proceso de comunicación, por el extraordinario rendimiento que proporciona, lo merece.                Distinguía en aquella breve y sencilla exposición varias clases de repetición, expresiva, métrica, didáctica y modal, dejando al margen la debida al descuido o la carencia de medios para evitarla, cuando así lo piden las circunstancias. Siendo diversas, las cuatro presentan un factor común: aparecen y resultan funcionales dentro de los límites del texto o, más aún, dentro del espacio de la oración. Ahora pretendo salir de ese contorno, ampliar la panorámica, y situar la repetición en el campo de la intertextualidad: “La intertextualidad es la relación que un  texto  (oral o escrito) mantiene con otros textos (orales o escritos), ya sean contemporáneos o históricos; ...

REPETICIONES (II)

                            https://raulzarrabal.wordpress.com/2010/05/28/ como-hacer-una-entrevista-periodistica/                ¿Cuándo y por qué una persona o un grupo se deciden a copiarse a sí mismos y manifestar lo que ya han expresado una o muchas veces? Varios pueden ser los motivos; de ellos, voy a atender principalmente a dos: que el receptor (individual o colectivo) lo pida, para una mejor comprensión del mensaje o para sacarlo del olvido, o bien que el emisor juzgue conveniente volver sobre lo expuesto por alguna razón relacionada con la recepción en un determinado escenario. Por ejemplo, la pretensión de que el público fije en la memoria el mensaje al reiterarlo y llegue incluso a modificar la percepción de dicho mensaje obtenida antes de ser multiplicado.                 Me estoy aproximando, no sé si se ve,...

REPETICIONES (III)

     http://weblogs.upyd.es/guadarrama/2015/05/08/ comienzo-de-la-campana-electoral-en-guadarrama/                Las campañas electorales o publicitarias constituyen la prueba del algodón en el asunto que analizamos. Los equipos de campaña diseñan un guión temático general (donde se incluyen, por ejemplo, los célebres argumentarios), que orienta mítines, ruedas de prensa, artículos de opinión, eslóganes, cartelería, cuñas de radio o televisión, etc. Dentro del plan va implícito el principio de orquestación y, por tanto, el continuo autoplagio. Dentro de la política, las acciones concretas que despliegan los candidatos y sus colaboradores ponen de manifiesto quiénes son mejores y peores en el arte de la elocuencia.                Pero ¿cuál es el criterio de aceptabilidad y de plausibilidad de una repetición intertextual y, por ende, la base de calificación de los ejecutores? Para re...

DAR POR SUPUESTO (I)

               Uno de los ámbitos más sugestivos para el analista y el estudioso de la comunicación es el de la política, solo comparable al de la publicidad  -si es que son distintos-, por la cantidad de recursos, estrategias y procedimientos que moviliza, en busca de una imprescindible eficacia (dejo al margen la literatura, que va por otros derroteros). El que pretende que le compren una partida de jamones con dinero o le otorguen un sillón de diputado con votos no escatima en medios, pues se juega mucho. Me quiero fijar aquí en una táctica con la que los padres de la patria pretenden  -y consiguen con frecuencia-  persuadir  -si no convencer-  a sus hijos patriotas. Se basa en un mecanismo textual-comunicativo muy común y bastante fácil de manejar. Suele denominarse técnicamente “presuposición” o “implicatura” (son conceptos distintos, pero no entraré aquí en detalles); en la lengua general se le nombra con la palabra...

DAR POR SUPUESTO (II)

               Cabe la posibilidad de que el emisor esté en lo cierto y esos individuos sean o se juzguen como sugiere; o, por el contrario, que sus insinuaciones no se correspondan con la realidad o no todo el mundo vea las cosas así. En ambos casos, lo que cuenta es la posición y reacción del receptor: a) no acepta lo que su interlocutor da por sentado calladamente, saca a la luz lo que ha presupuesto, le pide explicaciones o lo desmiente, denunciando su intención de engañar y descubriendo la trampa (o, en el mejor de los casos, le afea su ignorancia) ; b) conoce a las personas nombradas  -o su fama-  y admite sin problema lo que se da por supuesto en los enunciados; c) consciente o inconscientemente, toma como axioma indiscutible lo que insinúa el emisor e incluso lo incluye como información nueva en su acerbo. Repárese en que la aceptación como verdadera de dicha información presupuesta  es condición indispensable para la admis...

DAR POR SUPUESTO (y III)

               No de otro modo se crean y se afianzan tópicos y estereotipos, dogmas imaginarios, evidencias indemostradas, prejuicios de todo tipo, que tienen tanto influjo en el funcionamiento de los grupos y las sociedades.                El juicio presupuesto está en clara desventaja respecto de las afirmaciones manifiestas, en relación con la posible evaluación de los receptores, simplemente porque permanece oculto. No es propuesto  por el emisor ni siquiera como tema de conversación, mucho menos como cuestión discutible o impugnable, y pasa desapercibido. Depende de que un receptor atento, documentado y atrevido lo eleve al plano de lo explícito y se resista a respaldarlo (situación a). Esta es una de las razones por las que la estratagema del orador avezado funciona bastante bien en la comunicación política, pues la mayor parte de los ciudadanos no sabe o no quiere o no tiene ocasión de des...

"... QUE TE CAGAS" (II)

               Hace unos días que se viene discutiendo sobre oraciones del tipo “Come que da gusto” en el seno de un grupo virtual de filólogos al que pertenezco (“Sintaxis, por Alfonso Ruiz de Aguirre”, Facebook). Concretamente, son dos las cuestiones que se tratan: la posible elipsis de una fórmula ponderativa con la palabra “tan/ tanto” (“Come [tan bien/tanto,] que da gusto”), por considerarse innecesaria en la mayor parte de los contextos; el otro aspecto es la función sintáctica del complemento , con o sin elipsis “[tan bien/tanto] que da gusto”, que la mayoría considera circunstancial de modo.                 Me interesa  aquí pararme, sobre todo, en el hecho de la elipsis. En general, podemos distinguir entre la elipsis esporádica, de origen contextual (“Mi amigo está muy triste, [mi amigo] el pobre viene de enterrar a su padre”, donde se omite el segundo “mi amigo” porque se sobreentiende) y ...