En castellano, tanto en el de España como en el de Hispanoamérica, existen unas palabras y expresiones interrogativas, cuyo valor comunicativo no ha sido atendido y apreciado hasta hace relativamente poco tiempo, a pesar de ser muy comunes en la lengua hablada. Me refiero a partículas como “¿no?”, “¿eh?”, “¿verdad?”, entre otras, y a construcciones como “¿de acuerdo?”, “¿no crees?”, “¿no es así?”, etc., generalmente ubicadas al final de enunciados. Que yo sepa, el primero en estudiarlas y describirlas con detenimiento fue el profesor J. Ortega Olivares, en el año 1985. Las llamó apéndices modalizadores comprobativos o simplemente comprobativos . Después, otros especialistas han ampliado el análisis y han profundizado en su uso y rendimiento dentro de la interacción comunicativa: Mª L. Méccero (que las denomina preguntas confirmatorias ), D. Galué, Mª J. García Vizcaíno, Briz (quien prefiere el más extenso y complicado nombre de con...
Artículos sobre lengua española, literatura, música y comunicación en general, dirigidos a un público no especializado.