Así se titula una de las
secciones del programa diario “Herrera en la COPE”, dirigido y presentado por
el popular Carlos Herrera. Consiste ese apartado en atender y, a veces,
comentar varias llamadas o wasaps de los oyentes, tres o cuatro, que opinan sobre
cualquier tema de actualidad. Se supone que dichas intervenciones comienzan por
la expresión “yo pienso de que…!” para introducir la opinión o el parecer. Digo
“se supone” porque no siempre se utiliza el giro “de que” y hay quienes dicen
simplemente “yo pienso que…” o incluso emplean otro expresión de igual
significado (a mí me parece que…”, “creo que…”, etc.).
La sección, muy breve, se sitúa
antes que otra, también de llamadas, pero más extensa (una hora
aproximadamente), donde los oyentes expresan su punto de vista o narran su
experiencia sobre un tema previamente establecido por el equipo el programa. Aquí,
la mayoría comienzan declarándose “fósforos” del programa y felicitan al equipo.
Lo de “fósforos” es una deformación del término “forofo”, aceptada ya como
legítima por todos los que actúan a un lado y otro del micrófono.
Creo que hay varios aspectos
dignos de comentario en la frase “yo pienso de que…”. En primer lugar, el
conocido “dequeísmo”, un error sintáctico consistente en la inclusión indebida de
la preposición “de”. Existen en castellano verbos que exigen la construcción con
“de” en determinadas circunstancias (“Hablar de música”, “Alegrarse de que
venga”, etc.), pero la mayoría, no, como es el caso de “pensar” en este
contexto. Así que, según la norma, el título del consabido programa debería ser
“Yo pienso que…”. ´
Suelen aclarar los responsables
del título que se trata de una variante tomada del habla coloquial (yo diría
vulgar) y que tiene un sentido “irónico”, según le he oído al propio Carlos
Herrera. Sinceramente, no veo la ironía por ningún sitio; mejor cabría llamar a
esa pirueta lingüística “parodia”, puesto que lo que se logra con ella es
ridiculizar un tanto el habla popular, a la que remite. Lo mismo sucede con el
término “fósforos”: quizás algún oyente lo empleó algún día de manera no intencionada
y, con la ayuda del presentador, hizo fortuna.
Otra faceta interesante de la
construcción “yo pienso de que” emerge del verbo. En el DRAE, la definición del
término más cercana a la que apreciamos en el título del programa radiofónico es
la número 3, “Opinar algo acerca de una persona o cosa. ¿Qué piensas de él?”. Si tomamos este valor de “pensar” y
construimos una oración en la que el complemento sea una proposición sustantiva
encabezada por “de que”, aparece como aceptable la construcción, pese a la
presencia de la preposición: “¿Qué piensas de que quiten la mili obligatoria? “,
“Qué pensarán tus parientes de que te dejes el pelo largo?”.
Estas curiosas comprobaciones nos
llevan a concluir que el verbo “pensar” con “de” solo es posible en enunciados
en los que ese “de” equivalga, más o menos, a “acerca de” y el verbo se limite a
significar lo que establece la RAE. No deberíamos hablar, pues, en tal caso de
“dequeísmo”.
Estoy por afirmar, además, que la
fórmula incorrecta del nombre del programa de Herrera proviene de una imitación
improcedente o un análisis erróneo de la estructura considerada en último
lugar: en efecto, a la pregunta “¿Qué piensas de que quiten la mili
obligatoria?” se responde “Yo pienso DE que es una decisión nefasta”,
contestando más al segmento introducido por “de que” que al interrogativo “qué”
inicial, objeto de la pregunta; de ahí que se conserve la preposición. Lo
adecuado sería, en todo caso, “Acerca de que quiten la mili obligatoria, yo
pienso que es una decisión nefasta”. Por esa misma regla de tres, decía al
principio que el espacio de Herrera debería denominarse “Yo pienso que…” sin
más.
Pienso = creo = opino?
ResponderEliminarPienso que está bien explicado
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